En los últimos años, la idea de un matrimonio 50:50, en el que las parejas se esfuerzan por dividir todas las tareas por igual, ha captado nuestra imaginación colectiva. Si bien es un ideal noble, se ha descubierto que las parejas que negocian bien la logística (es decir, que están contentas con la división del trabajo y no se resienten) son aquellas que dividen las tareas de manera deliberada, pero no necesariamente igual.
Aquí hay un proceso para llegar a una división deliberada del trabajo y las tareas que se ajuste a tus necesidades en lugar de una fórmula genérica.
5 pasos para dividirse las tareas en una pareja
Paso 1: Enumeren todas sus tareas logísticas
Las investigaciones muestran que hombres y mujeres sobreestiman constantemente la proporción de tareas domésticas que realizan. Las mujeres creen que se llevan la mayor parte, mientras que los hombres creen que la división es 50:50. En realidad, el hombre promedio dedica 16 horas a la semana a tareas domésticas no remuneradas. Mientras que la mujer promedio hace 26 horas a la semana. Claramente, esto no es 50:50, pero tampoco 90:10. Una gran parte de la discrepancia surge simplemente del desconocimiento de lo que hace el otro, y viceversa.
Solo porque sepas que tú -solo y siempre tú- riegas las plantas, preparas las colaciones de los niños, archivas las facturas o limpias las canaletas, no significa que tu pareja lo sepa. De hecho, tendemos a no ver las tareas domésticas que no hacemos. Este desconocimiento genera sentimientos de resentimiento y de infravaloración.
Inicia tu estrategia logística anotando conjuntamente una lista completa de tareas del hogar, es vital para evitar esa trampa del desconocimiento.
Paso 2: Pregúntense: «¿Qué podemos simplemente dejar de hacer?»
Una vez que tengas tu lista de tareas, es tentador sumergirse directamente en dividirlas. Antes de hacer eso, analicen detenidamente sus listas y pregúntese: «¿Qué podemos dejar de hacer?».
A veces hacemos cosas porque así se espera de nosotros en nuestra comunidad o, quizás más exactamente, porque es lo que imaginamos que se espera de nosotros. A veces repetimos tareas que vimos hacer a nuestros padres o vemos que es lo que se estila.
Pensar deliberadamente en lo que pueden dejar de lado inmediatamente les quitará algo de presión a sus cargas logísticas y comenzarán a alejarlos de la trampa de hacerlo todo.
Paso 3: Pregúntense: «¿Qué tareas quiero tener?»
La logística puede tener mala reputación. Se presenta como una carga y la realización de tareas como un sacrificio, pero los deberes familiares no son todos aburridos o indeseados. La mayoría de nosotros disfrutamos y obtenemos gratificación de algunos de ellos.
Antes de pensar en qué subcontratar y dividir, es importante reconocer qué deseas conservar personalmente. Tal vez seas un chef en ciernes y te encante preparar comidas familiares o tal vez lo tuyo sea la jardinería o te guste la rutina nocturna de los niños antes de acostarse.
Paso 4: Pregúntense: «¿Qué podemos delegar o subcontratar?»
No estoy dando por hecho que te sobre la plata, pero a veces hay dinero extra para subcontratar tareas que realmente no te gustan o que requieren cantidades desproporcionadas de tiempo. Ya sea planchar, limpiar, hacer jardinería o hacer la compra, subcontratar algunas tareas te libera tiempo para concentrarte en las cosas que realmente valoras. Algunas parejas no están de acuerdo sobre qué o cuánta logística familiar subcontratar. A quién subcontratar el cuidado infantil y durante cuántas horas a la semana puede ser una decisión compleja.
Para todo lo que no esté relacionado con el cuidado infantil, regresen a sus listas de tareas, identifiquen las que menos les gustan, su presupuesto semanal y evalúen el subcontratar o delegar tantas como se pueda dentro de sus posibilidades.
Luego, cuando se enfrenten a un período particularmente ocupado o estresante, es importante revisar sus acuerdos de subcontratación. Obtener un poco de ayuda adicional durante estos momentos, incluso con cosas que normalmente no haría, puede marcar la diferencia en sus vidas entre la gestión y el agotamiento.
Paso 5: descubran cómo pueden dividir el resto
Una vez que hayan eliminado las tareas innecesarias de sus listas, hayan conservado las cosas que disfrutan y hayan subcontratado algunas de las que menos les gustan, podrán dividir el resto. Si bien no existe una solución única para dividir las tareas, la forma en que lo hagan puede marcar la diferencia entre la armonía y el conflicto en la relación.
Hay dos estrategias principales. La primera es la división, donde se dividen las tareas y cada uno de ustedes se responsabiliza de las que les han sido asignadas. Algunas parejas optan por dividir las tareas en partes iguales, mientras que otras asignan proporcionalmente más tareas a un miembro de la pareja que quizás tenga una carrera menos exigente o un mayor deseo de hacer las cosas.
La segunda estrategia es tomar turnos. Aquí comparten la responsabilidad de cada tarea, turnándose en quién hace qué. Sus respectivos turnos pueden corresponder a días de la semana en los que estén relativamente menos ocupados. Por ejemplo, uno de ustedes prepara la comida de lunes a jueves y el otro los viernes y el fin de semana.
Elijan lo que elijan, la clave es la claridad. Las tensiones casi siempre surgen de una falta de claridad, más que de una falta de equidad.
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Escrito por @rodrigojarpa