Lo primero es identificar tus valores y luego convertirlos en conductas específicas que sean congruentes con ellos (con tus valores). Estas se conocen como acciones basadas en valores.
¿Qué son los valores?
– Son una dirección con sentido
Reflejan nuestros deseos más profundos acerca de cómo queremos ser, como queremos comportarnos y relacionarnos, que es lo que realmente nos importa y por lo que queremos luchar.
– Los valores guían y motivan nuestras acciones en nuestras relaciones
Representan el tipo de pareja que queremos ser. Definen quien quieres ser y cómo quieres comportarte. La importancia de identificar tus valores centrales reside en el poder que te entregan para guiar tus conductas en el momento. Cada momento ofrece la oportunidad de tomar acciones que nos acercan o nos alejan del tipo de persona que queremos ser. Los valores se diferencian de los objetivos o las metas. Los valores nos dan dirección, mientras que las metas nos entregan destinos. Las metas son tangibles y alcanzables, pudiendo o no ser logradas. Los valores son una guía permanente que nos entrega una dirección. Esto implica que aunque puede que nunca lleguemos a ser la versión ideal de nosotros mismos, podemos elegir en cada momento el dar los pasos necesarios que nos acercan a ser esa persona. Por ejemplo, si una persona valora el ser agradecida, nunca podrá ser 100% agradecida el 100% del tiempo, pero tendrá momentos en que podrá elegir el acercarse o alejarse de serlo. Una meta que podría acercarla a ese valor, podría ser el dar las gracias más veces en el día.
– Los valores se eligen libremente
No se basan en reglas sobre como las cosas “tienen” o “deben” ser. No son dictados por normas sociales o expectativas externas. No necesitan ser defendidos o justificados. Al igual que tus gustos en comida o en música, los valores nunca pueden estar mal (excepto si te gusta el reguetón).
– Los valores no son pensamientos o emociones
La felicidad, la confianza o la ansiedad no son valores. Son estados emocionales altamente variables. Los valores son una forma de ser en el mundo que no depende de las limitaciones o circunstancias externas.
– Los valores no son necesidades o deseos
Las características y rasgos que deseamos en nuestra pareja no son nuestros valores, sino que son las necesidades que tenemos en una relación. Los valores representan el tipo de pareja que queremos ser y que orientan nuestras acciones y comportamientos. Las necesidades por otro lado, son lo que queremos de nuestra pareja o como nos gustaría que fuera. Podemos manifestarle amablemente nuestra necesidad, pero depende de él o ella si está dispuesta a satisfacerla. Los valores están siempre bajo nuestro control directo.
– Los valores no dependen de sus resultados
Las conductas basadas en valores se evalúan en su efectividad en el largo plazo. Puede que exista una incomodidad inicial al cambiar ciertas conductas; sin embargo, los valores no dependen de un resultado particular. Por ejemplo, si una persona tiene el valor de ser asertiva y da un paso en esa dirección al hacer una petición de manera asertiva, puede que no obtenga el resultado que esperaba. Sin embargo, de igual manera dio ese paso consistente con ser asertiva.
Los valores no son un medio para un fin. Son un fin en sí mismo y están siempre bajo nuestro control independiente de las circunstancias. Son elecciones, no condiciones.
Las siguientes preguntas de van a permitir clarificar tus valores:
- ¿Cómo qué tipo de pareja te gustaría que te recordaran? (por ejemplo, una persona espontanea, cariñosa, amable, justa, agradecida, generosa, divertida, confiable, empática, compasiva, asertiva, presente, respetuosa, expresiva, etc.)
- ¿Qué es lo que realmente te importa en tu relación?
- ¿Qué tipo de pareja quieres ser cuando te sientas triste?
- ¿Qué tipo de pareja quieres ser cuando te sientas inseguro?
- ¿Qué tipo de pareja quieres ser cuando sientas rabia?
Nota: La investigación ha demostrado que el impacto sobre la conducta y la salud de escribir acerca de los valores personales es mucho mayor que el que ejerce limitarse a pedir a las personas que elijan sus valores de una lista o los describan en pocas palabras. (Hayes 2017)
Otra actividad que queremos compartir contigo y que te puede ser de tremenda utilidad es la siguiente. Haz una lista con las distintas áreas de tu relación. Por ejemplo: comunicación, sexo, crianza, dinero, afecto/cariño, trabajo, conflictos, toma de decisiones, amistades/familia extendida y actividades compartidas.
Luego clasifica cada área con el nivel de importancia que tiene para ti en una escala de 0 a 10. Al lado de cada área escribe los valores que son importantes para ti y cómo quieres vivirla. Luego escribe las acciones basadas en esos valores para cada una de las áreas. Este último punto tiene que ver con las conductas que te van a acercar a vivir en función de dichos valores.
Por ejemplo, el área de la comunicación puede tener un 10 de importancia. Los valores pueden ser la amabilidad, la apertura, la flexibilidad y la asertividad. Las acciones basadas en esos valores podrían ser expresar aprecio y gratitud, escuchar atentamente a mi pareja y decir que no asertivamente (cuidando la relación) cuando no quiero algo.
¿Cuál es la importancia de hacer esto?
La desconexión de los valores que son verdaderamente importantes para nosotros es una de las mayores causas de malestar psicológico. Nuestros valores son fundamentales para nuestro bienestar y permiten darle sentido a nuestra vida.
Si quieres saber más sobre el tema escucha “Cómplices, Los Dos” todos los jueves a las 19:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
¡Deja tus preguntas!
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