Es parte de las relaciones de pareja no estar de acuerdo de vez en cuando o enfrentar más de un bache en el camino. Pero generalmente toman decisiones juntos, discuten abiertamente los problemas y disfrutan genuinamente de la compañía del otro.
Las relaciones tóxicas son harina de otro costal. En una relación tóxica, es posible que te sientas constantemente agotado o infeliz después de pasar tiempo con tu pareja, lo que puede sugerir que algunas cosas deben cambiar.
Estos son cinco hábitos altamente tóxicos en las relaciones de pareja.
1-Culpar a tu pareja por tus propias emociones
“Si no me hubieras dicho eso, yo no te habría gritado”. “Mi madre tiene la culpa de mis problemas de ira”. Esta es una forma sutil de egoísmo y un ejemplo del mantenimiento deficiente de los límites personales.
Este hábito ocurre cuando alguien niega su responsabilidad por su propio comportamiento. Se presentan a sí mismos como impotentes en sus acciones e incapaces de cambiar; esperan que sea el otro el que cambie.
2-Pasar poco tiempo juntos o mantener vidas separadas
Dicen que la distancia puede alimentar la pasión y hacer crecer el cariño. Es probable que se refieran a unas vacaciones o a un fin de semana largo, pero no de vidas paralelas.
Si viven juntos, pero pasan muy poco tiempo compartido, debe ser una decisión consciente que hayan acordado mutuamente. No debería ser algo que ocurre por defecto para evitar los conflictos o porque ya no lo pasan bien cuando están juntos.
Las parejas que funcionan cuando están separados por largos períodos, es porque ambos han dedicado mucho tiempo y energía en invertir en la relación. Se necesita mucho trabajo previo, para tener una «relación a larga distancia».
Si se separaron con la esperanza de obtener «perspectiva», si no hacen nada para trabajar en la relación, puede ser un día más en que el vínculo se debilita. El tomar distancia y perspectiva, es útil cuando proviene del compromiso, no del aislamiento.
3-Esperar ser aceptado a como de lugar y “porque yo soy así”
Las relaciones saludables requieren de dos personas dispuestas a invertir tiempo, permanecer emocionalmente vulnerables, abiertas y honestas entre sí. También es importante aceptarse mutuamente.
Pero esta aceptación puede volverse tóxica cuando alguien espera ser «aceptado» sin condiciones. Por ejemplo cuando espera que se acepte su retraimiento emocional, conductas de abuso emocional, verbal o físico, abstinencia sexual o excesos sexuales, etc.
4. Hacer que la relación se muera de hambre afectivo
En estos casos, uno o ambos se enfocan demasiado en el trabajo, las amistades, los niños, los pasatiempos, etc. y entregan poca atención o interés genuino el uno al otro. Los sentimientos y preocupaciones del otro se minimizan.
Los intereses solo importan si coinciden con los míos… cuando llegan a estar juntos, la experiencia es aburrida, sin vida y se siente superficial, especialmente a la hora de acostarse. No hay alegría en la sonrisa del otro.
5. Hacer que el sexo se muera
En lugar de placer mutuo, el sexo se siente como una obligación o la oportunidad para hacer una descarga individual. El sexo se evalúa constantemente y se percibe en falta, descafeinado, desconectado, solitario, triste… entonces muchas veces se etiqueta al otro como «frígido» o «insensible», ya que sus cuerpos dejan de responder y a los cuerpos les cuesta mentir.
Una vez que se ponen esos carteles lapidarios, es difícil abrirse a nuevas posibilidades. Esto no quiere decir que con constancia y compromiso, no se pueda salir de estos hábitos tóxicos y aprender o re-aprender dinámicas enriquecedoras para cada uno y para la relación.
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