Los chalecos y tejidos en general son las prendas por excelencia para el frío. A simple vista, son un básico de nuestro clóset que en esta época aporta más funcionalidad que estilo. Pero la verdad es que se pueden cumplir ambos objetivos. Acá te cuento cómo.
1) La tendencia de los chalecos oversize o como si te quedara grande. Para identificarlos, ten en cuenta que son aquellos cuya unión de las mangas queda más abajo de los hombros. Lejos de lo que puedes pensar, esta es una opción que también sirve para mujeres de tallas más grandes. El cuidado va en las proporciones: si va suelto arriba, debe ir más ceñido abajo (no apretado).
3) Vuelven los trenzados clásicos en tonos crudos y naturales. También los chalecos cortos, para ser usados con camisas largas, que lleguen por debajo de las caderas.
4) Los chalecos largos vuelven. En dos versiones: como gillete sin mangas o largos hasta los tobillos gruesos. Los últimos hay que usarlos con prendas ceñidas de pies a cabeza.
5) La última tendencia es tejidos sobre tejidos, eso implica mezclar diferentes chalecos, por ejemplo uno de punto fino y cuello alto de base, más otro sin mangas encima, contrastando texturas y colores.
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