Malas ideas: escribir lo que uno siente, de corazón, en un portal femenino. Obviamente que Mauricio leyó lo que creo -asumo que ahora no lo está haciendo, porque se lo pedí, porque BASTA de trampas, una viene con el manual de instrucciones emocionales en el lado y eso hace que las peleas sean poco justas.
Para evitar la resaca emocional de tener sentado frente a alguien que sabe que lo quieres con papas fritas -y anillo de compromiso y todo lo demás- decidí acordarme que hay un mundo afuera. y cuando uno está extremadamente aburrido y dispuesto a exponerse socialmente, va donde la invita. ¿Baby shower? Vamos, total, suena a alcohol, comida y vedetto gratis.
Grande fue mi decepción cuando me enteré que el alcohol es escaso en estas fiestas -por consideración con la futura mamá. Y con las que la rodean, que o están en el mismo estado, o están dando pechuga, que al parecer es como una prolongación espacial y egoísta del embarazo- y cuando pregunté si había entretenimiento, zas. No hay vedetto. Hay juegos asquerosos que no voy a repetir porque nadie se lo merece. Quizás, si alguna vez me convierta en dúplex, lo entienda. Por ahora, sólo puedo decir que estoy muy decepcionada de los baby shower como panorama.
Con una copa de espumante que estiré todo lo que pude -al ver el nivel escasez del vital elemento en la fiesta- me senté a mirar a mis congéneres. Ok, tienen mi edad, compartimos los mismos órganos reproductivos, pero tienen otras preocupaciones. Una de ellas le habla de la importancia del cordón umbilical y de guardar esas células madres y yo, meto la cuchara, sólo para saber si es como ese tratamiento del plasma rico en plaquetas para mantenerse por siempre joven, y me explican, con cara de lata, que son cosas de mamá. Que ahora se guardan el cordón en Vidacel, que es un seguro de vida genético en caso que a la guagua le falle algo en el camino -desde leucemia a una lesión de huesos- y que todos lo hacen. Y yo que encontraba que con hacer las dietas de jugos détox estaba de moda.
Me instalo, porque quiero entender de qué están hablando. Mi mamá no me dio ni pechuga y me parece negligente hasta el día de hoy, y resulta que ahora hay que pensar tan a futuro, que se guarda todo. Kim Kardashian se comió la placenta. Tom Cruise la convirtió en cápsulas y se la tomó al desayuno, dice la leyenda. Acá, por lo menos, la intensidad llega sólo a guardar el cordón. Y entonces, me cae la gran teja de mi vida. No estoy preparada. Para nada. Yo pensaba que encontrar el amor ya era suficiente, pero resulta que hay ene cosas más que ver. desde la silla del auto, la ropa, la lactancia, el cordón umbilical, la posibilidad que se enfermen…
Parece que prefiero mi eterna adolescencia y seguir preocupada de si me quiere, o no me quiere. Deshojando margaritas.