La mentira parece ser constitutiva de los seres humanos y suele darse con bastante frecuencia. ¿no me crees? las personas mentimos entre 10 y 200 veces al día, ya que solemos decir partes de la verdad.
Muchas veces el mentir puede resultar altamente adaptativo y ser un signo de salud mental. Otro dato interesante, es que mentimos entre dos y tres veces en los primeros 10 minutos de la primera conversación con alguien que acabamos de conocer. Esto tiene relación con que la mentira puede ser un factor protector de nuestra autoestima.
Veamos un ejemplo: llegas 10 minutos tarde a juntarte con tu “cita a ciegas” y él te pregunta: ¿Qué pasó? ¿Te tocó mucho taco? La verdad es que te demoraste, porque tuviste que ir urgente al baño del metro, ya que estás con una diarrea explosiva… ¿Qué le dirías?
Esperando que tu cita no lea esta columna, aquí te dejo algunas señales que podrían delatar una mentira:
Cambios en la respiración
Puede que respire más rápido o más lento de lo que lo estaba haciendo. Una forma efectiva de notar los cambios en los patrones de respiración, es prestando atención a los movimientos de los hombros. También se ha visto con frecuencia que se tienden a abrir más los hoyos de la nariz y por más tiempo.
Cubrir la boca y/o el cuerpo
Generalmente se usa la mano para cubrir la boca mientras se responde, así como también cubrir con los brazos el cuerpo, por ejemplo, cruzándolos en el pecho.
Repetir frases
Muchas veces cuando se miente, se repiten frases o palabras y pareciera que la persona está recitando un guion aprendido. Esto se usa esperando que el interlocutor no dude de lo que se está diciendo.
Movimientos innecesarios
Generalmente se ha visto una tendencia a mover las manos, los pies y/o la cabeza. Estos movimientos ocurren en el momento mismo en que se realiza una pregunta que genera tensión y luego mientras se responde con una mentira.
Detalles
Dar exceso de detalles y entregar explicación cargadas de información que no se ha pedido, también podría ser una señal a considerar. También es frecuente el mostrarse muy colaborativos.
Mirar fijo
Al suponer que cuando mentimos, esquivamos la mirada, el mirar fijo es un intento por compensar mirando a la gente más tiempo de lo normal, incluso sin pestañear en intervalos regulares.
