El blush, rubor o colorete es un producto de maquillaje que amo porque es un gran aliado cuando se sabe usar, pero puede ser un punto en contra si lo aplicas mal.
La idea de usar rubor es darle a la piel un aspecto de frescura y juventud, con ese toque sutil de color en nuestras mejillas que, además, nos permite resaltar nuestros pómulos. Y para lograr todo lo anterior hay que saber aplicarlo correctamente y no terminar pareciendo una muñeca Pepona con las mejillas coloradas. Acá te cuento cómo hacerlo: