En general, durante el verano las personas tienden a salir más, a dejar de lado el estrés laboral y las múltiples responsabilidades cotidianas. Muchas personas se sienten más atractivas después de haber hecho diferentes esfuerzos para tener “Un verano sin polera” y el color blanco invierno de la piel les abandona. Los cuerpos se descubren y muchos tienden a sentirse más “erotizados”. Hay una disposición distinta y nuestra necesidad básica de conectar con otros se ve facilitada.
¿Qué dice la ciencia al respecto?
Datos sobre los amores de verano
- La testosterona es una hormona con múltiples beneficios a nivel sexual, junto con aumentar nuestra energía física y mental. Sus niveles varían durante el año y suelen aumentar cuando los días son más largos: ¡en el verano!
- Las feromonas son moléculas químicas secretadas por la piel y se relacionan con el atractivo sexual. En el verano es más fácil percibirlas, ya que hay más “piel disponible” y el aumento de la temperatura y el sudor, también hacen lo suyo..
- Culturalmente, hemos asociado el verano a una época más caliente, de hedonismo, relajo, libertad, sexo y amores de verano. Esto se traduce, por ejemplo, en que la mayor cantidad de preservativos a nivel mundial, se vendan durante estos calurosos meses. La mayor cantidad de infidelidades –tanto en hombres como en mujeres- ocurren en verano.
Sugerencias para disfrutar un amor de verano:
- La regla del ombligo: Se ha visto que la atracción por otra persona se define en los primeros 90 segundos a 4 minutos de interacción. Si andas en plan de conquista, esos primeros segundos pueden ser cruciales, por lo que puede ser de utilidad tener presente la “regla del ombligo”. La dirección hacia la que apunta el ombligo/caderas refleja nuestra actitud y estado emocional hacia otra persona. Si te interesa alguien, asegúrate de que tu ombligo apunte en su dirección. Si tu ombligo apunta a la puerta o al baño, puede interpretarse (inconscientemente) como que te quieres ir o que necesitas hacer otra cosa…
- El contexto importa: si a las maripositas y el estado alterado de consciencia que nos genera el enamoramiento, le sumamos un contexto ideal de relajo, disfrute, sin responsabilidades ni grandes decisiones que tomar, puede que la idealización sea aún más enceguecedora. Ten ojo con eso y no tomes decisiones apresuradas, sobre todo si te proyectas más allá de marzo…
- Cuídate: Puede parecer de perogrullo, pero decide desde lo que tú quieres y necesitas. No es obligación tener un amor de verano ni hacer nada que tu realmente no quieras o que vaya en contra de lo que para ti es importante. Así, tu amor de verano puede ser un libro, un proyecto nuevo, cultivar un habito positivo o tal vez, una relación.
Por Rodrigo Jarpa
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