Por lo general, terminar una relación es algo muy difícil de hacer. Sin embargo, si sabes qué hacer y cómo hacerlo, podrás poner fin a esa relación de la mejor forma posible.
Las rupturas son tan únicas como las relaciones que las generan. Dar sugerencias que puedan ser útiles para todas las personas, a modo de recetas universales, es prácticamente imposible, ya que las rupturas son contextuales.
Por ejemplo, por lo general no se recomienda terminar por correo, fax, mensaje de texto o por teléfono.
Pero ¿que pasa si tu pareja vive en otro continente y no hay posibilidad de verse hasta dentro de 1 año? Si bien no existen las recetas universales, aquí hay algunas sugerencias que te pueden ser de utilidad.
1-Escribe tus razones
El hacer el ejercicio de escribir las razones que justifican tu decisión, te ayudará a tener más claridad de lo que quieres comunicar. Por otro lado, te servirá para reforzar tu decisión, así como para mantener la consistencia y los limites en el caso de ser necesario.
El escribir (y no solo pensar) tus motivos, te ayuda a “editar la mente” y recordar mejor el porqué de tu decisión. También es recomendable que la otra persona pueda entender por qué estás terminando, para que no se transforme en algo poco claro e inconcluso.
2-Hazlo en persona y, si es posible, no lo hagas en público
A menos que temas una respuesta agresiva por parte de la otra persona o que vivan a 2000 kilómetros de distancia, esta es una sugerencia a considerar. Por lo general, esto transmite respeto y que si bien ya no quieres continuar, valoras lo que tuvieron y a la otra persona.
El hacerlo en persona también ayuda a comunicarte de manera más efectiva y cualquiera que sea la reacción de tu pareja, podrás saberlo de inmediato y será más fácil lograr el cierre. Es recomendable hacerlo cara a cara donde ambos puedan tener contacto visual y ver las reacciones del otro.
3-Limita tu amabilidad
Si bien es recomendable comunicarte con respeto y cuidado, el consolar o intentar hacer que la otra persona se sienta mejor, puede tener el efecto contrario.
Si tienes tu decisión clara, esto también puede hacer que la otra persona se confunda y que vea posibilidades de volver o de que te arrepientas, cuando eso no sea lo que quieres transmitir. Y por favor, no tengas sexo con él o ella.
4-Después de terminar, corta respetuosamente todo tipo de contacto por un período de tiempo
La investigación sobre rupturas de relaciones han demostrado que las personas que limitan el contacto emocional entre sí se recuperan mucho más rápido.
No solo es totalmente razonable abstenerse de verse o hablarse durante un breve período de tiempo, sino que es saludable. Cuanto más contacto tienes, más corres el riesgo de terminar en esa tierra de nadie, de «no estamos juntos, pero todavía estamos un poco juntos, pero definitivamente no estamos juntos”.
5-Permítete sentir lo que sientas (pena, rabia, angustia, miedo, incertidumbre, alivio, alegría, culpa, etc.) pero no juzgues ni culpes a nadie
Las emociones son sanas y normales. Incluso las emociones que no nos gusta sentir son sanas y normales. Pero juzgarte a ti o a tu pareja por como te estás sintiendo, no te sirve de nada.
Por ejemplo, si te da pena terminar y piensas que no deberías estar sintiendo pena, puede que te dé rabia por sentirla. Simplemente, observa lo que sientes y no intentes evitarlo.
Esto no significa que sea justificable todo tipo de comportamiento o que hagas cualquier cosa por como te estás sintiendo. Por ejemplo, si sientes rabia, es absolutamente comprensible, pero no es justificable que por eso agredas a la otra persona (o a ti mism@).
6-Reafirma tu decisión
Si bien todos tenemos sesgos que muchas veces nos llevan a recordar las cosas mejor de lo que eran o a la idea de que “todo tiempo pasado fue mejor”, es importante que recuerdes las razones que te llevaron a terminar.
Para esto, puede ser útil que leas lo que escribiste si seguiste la sugerencia número 1.
7-Invierte en ti mism@ y reconecta con tu propia identidad
Muchas veces y sobre todo en las relaciones de largo plazo, se deja de lado la propia identidad y todo pasa a ser parte del nosotros.
Cuando ese nosotros ya no está, es importante volver a conectar con tus propios intereses, con las cosas que te gustaban y que habías dejado de hacer, con tus amistades, con esos proyectos que dejaste de lado, etcétera.
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