Los conflictos y las discusiones, existen tanto en parejas felices como en las que no lo son. Dentro de lo que diferencia a las primeras de las segundas, está todo lo que hacen cuando no están discutiendo, pero también es importante el qué hacen distinto cuando si discuten.
Una primera gran diferencia, es que, en las parejas felices, existe la voluntad de querer llegar a una solución y de volver a sentirse cómodos el uno con el otro. En el otro polo, nos encontramos con quienes solo buscan ser escuchados rápidamente y que su pareja les dé la razón, o aquellos que ya ni siquiera les interesa discutir y han perdido el optimismo de encontrar soluciones.
Al momento de discutir, hay algunas cosas que podemos hacer, para tener discusiones más constructivas.
Aquí hay 5 sugerencias que te podrían ser de gran utilidad
Tener claro que es lo que esperas que ocurra como producto de la discusión. Idealmente plantearlo de la forma más concreta y especifica posible, haciendo hincapié en lo que si quieres que ocurra y no tanto en lo que esperas que deje de ocurrir.
Distinguir lo que sentimos de los hechos. Es importante saber diferenciar entre lo que siento y lo que hago, ya que es esto último lo que es observable y “real” para mi pareja. No nos olvidemos de que nuestra pareja no es adivin@ o lectora/lectora de mentes. Por otro lado, el como yo me siento con algo que hace mi pareja, depende más de mí que de mi pareja.
Detenerse y hacer “tiempo fuera”. Si la rabia ya está presente y la discusión se les está yendo de las manos, es importante detenerse antes de que siga aumentando, decirle al otro como te estas sintiendo y que te gustaría retomar la conversación más adelante. Es importante decírselo a tu pareja y no simplemente cortar la discusión de forma unilateral. El “tiempo fuera” debe durar al menos veinte minutos, puesto que es el tiempo que tarda el cuerpo en tranquilizarse. (Hay parejas que ya lo tienen internalizado y basta con que uno de los dos haga la señal de “tiempo fuera” con las manos. Es fundamental que, durante ese lapso de tiempo, hagas algo que te distraiga y nos sigas «tirándole más leña» al fuego con tus pensamientos.
Centrarse en una solución a la vez. Esto tiene que ver con no sacar a discusión otros conflictos o acusar al otro de sus errores del pasado; sobre todo cuando no tienen relación directa con el tema del que se está discutiendo.
Dar y/o recibir intentos de desagravio. Un intento de desagravio es cualquier frase o acción —cómica o no— que impide que la negatividad aumente sin control. Los intentos de desagravio son el arma secreta de las parejas emocionalmente inteligentes. El éxito o fracaso de los intentos de desagravio es uno de los factores primordiales que indican la calidad de la relación.
Llegar a acuerdos. Es importante que los acuerdos impliquen conductas concretas y observables a realizar, así como una cantidad de esfuerzo similar por cada miembro de la pareja. Puede ser de gran utilidad dejarlos por escrito.
Si quieres saber más sobre el tema escucha “Cómplices, Los Dos” este jueves a las 21:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
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