Hablar de sexo de manera efectiva es una situación desafiante para muchas parejas. Este tipo de conversaciones implica exponernos y dar espacio a la vulnerabilidad.
Es fácil tomarse las cosas personalmente o herir susceptibilidades, por lo que muchas veces son conversaciones que se evitan.
Estas son algunas sugerencias para hacerlo de manera efectiva.
1-Busca el momento adecuado
Espera hasta que ambos estén relajados y sus mentes estén despejadas del trabajo, los niños, las tareas del hogar, los conflictos no resueltos, etc. Apaguen sus teléfonos y otras distracciones. Pónganse cómodos y preparen el escenario para explorar y compartir sus sentimientos.
No se trata de intentar que la otra persona haga lo que tú quieres o piense como tú piensas. Lo importante es comunicar tus deseos y necesidades, así como escuchar con atención lo que tu pareja tenga que decir.
Lo ideal es buscar momentos para conversar cuando tengan la energía para hablar y escuchar. Hacerlo en la cama, al final del día, con la televisión prendida, sería un ejemplo de lo que no hay que hacer. Tú sabes mejor que nadie cuando es un buen momento para hablar con tu pareja. Puede que no exista el perfecto, pero sí el suficientemente bueno.
2-Tomen turnos
Es muy poco probable tener una conversación constructiva si los dos están hablando al mismo tiempo. Si uno de ustedes está hablando, el otro solo necesita escuchar hasta que termine, en una actitud de respeto, aceptación y apertura.
Es crucial no interrumpirse y estar 100% presentes para el otro.
3-Haz preguntas abiertas
Muchas personas tienen problemas para pedir lo que realmente quieren sexualmente. Para esto el uso de preguntas abiertas o libres, puede ser una buena alternativa. Estas permiten obtener detalles más profundos y tener una conversación más fluida.
Las preguntas abiertas son las que no se pueden responder con un monosílabo como si o no. Estas últimas son las preguntas cerradas. Como por ejemplo “¿te gusto? A lo que se puede responder con si o no.
En cambio ejemplos de preguntas abiertas son: ¿Qué es lo que más te gusta de mí? o ¿qué no te gustaría que cambiara de nuestra vida sexual? ¿Qué es lo que más valoras de nosotros?, ¿qué te gustaría que fuera distinto?
4-Haz sugerencias en lugar de críticas o quejas
Para esto puede ser útil el partir por tranquilizar a tu pareja, comentando los aspectos positivos de tu vida sexual: «Me encanta cuando nos reímos juntos en la cama».
Luego, podrías sugerir lo que te gustaría: «Hay veces en que me gustaría que lo hiciéramos más lento, que nos diéramos más tiempo…». Es muy recomendable hablar de lo que a uno le gustaría, desearía, etc. como algo con carácter de preferencia; no de obligación. En ese sentido es muy poco recomendable incluir las palabras tienes o debes.
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5-Potencia la curiosidad sin juicios
Esto puede ser particularmente desafiante si tu pareja te plantea alguna práctica que tú no compartes o que no sea de tu gusto. Si quieres seguir teniendo este tipo de conversaciones, deja tus juicios al margen e intenta comprender que es lo que busca en eso que quiere y que es lo que lo o la excita. Los juicios cierran puertas y posibilidades, a la vez que carcomen la confianza y la intimidad.
Si tu pareja fuera tu clon sexual, tu vida sexual no tendría la tensión erótica que surge desde la diferencia. Cuando nos abrimos con curiosidad y creatividad a nuestras diferencias, podemos aprovechar una energía polarizada que intensifica el deseo y la pasión.
6-Haz estas conversaciones parte de tu rutina
La comunicación es el primer paso para satisfacer nuestras necesidades y disfrutar sexualmente. Una vez que escuchamos las necesidades de nuestra pareja sin presionarnos a resolver sus frustraciones o satisfacer todos sus deseos, el sexo se convierte en un tema interesante.
Curiosamente, puede que al hacerlo, las frustraciones pesen menos y el sexo se vuelva más satisfactorio.