¿Cómo acostumbras relacionarte con tus parejas? ¿Hay algún tipo de patrón que repitas?
Las motivaciones que nos llevan a estar en pareja se pueden desplegar en patrones que rigen la dinámica de nuestra relación.
Estos son 7 de los patrones relacionales más comunes:
1-Patrón de dependencia
Consiste depender el uno en el otro debido a una necesidad permanente de ayuda, consejo y acompañamiento para moverse y tomar decisiones. A veces es agradable por la sensación de apoyo que brinda, pero también limita y cansa.
Cuando alguien trata de moverse, cambiar o crecer, incomoda al otro, que está apoyado en él, por lo cual se evita su evolución, ya que puede desestabilizar la relación.
2-Patrón sofocante
Queda explicado con frases como: “Tú y yo somos uno” , “Eres mi media naranja” o “Sin ti me falta el aire”. Se trata de una relación fusional, donde se aspira a pensar, sentir y actuar de la misma manera. La fusión puede dar una sensación pasajera de totalidad y completud, pero que al final termina asfixiando.
En las relaciones de pareja son necesarios los espacios para crecer y desarrollarse. Por otro lado, se necesita cierta distancia para mirarse el uno al otro, reconocer las diferencias y cultivar el amor. El fuego necesita del aire para mantenerse vivo.
La relación sofocante es propia de la etapa del enamoramiento o de la “luna de miel”. Sin embargo sostenerla en el tiempo tiene costos severos para la autonomía de las personas y para la calidad de la relación.
3-Patrón de pedestal
Uno de los miembros de la pareja genera una extrema idealización y admiración por el otro, al punto de tenerlo en un “pedestal”. No se ama al otro por lo que es sino por la imagen idealizada que se ha construido de él. Por lo cual, se desea que permanezca ahí arriba para seguir amándolo.
Se relaciona con la necesidad de que el “otro” me dé seguridad, admiración y estatus, más que de una relación igualitaria con los “pies en la tierra”. Por lo general, quien está en el pedestal, al ser un ser humano, se caerá tarde o temprano. Si la relación depende de eso, será insostenible en el tiempo. El patrón se repite, buscando luego a otra persona para idealizar.
4-Patrón de amo y sirviente
Un miembro tiene una personalidad dominante y requiere someter al otro, controlarlo y poseerlo. Esto en el mejor de los casos genera una lucha de poder que en sí misma dificulta la comunicación y la intimidad en la relación.
En el caso opuesto, donde el “sirviente” se deja someter, la relación deja por completo de ser igualitaria y pareja. Una de las personas se convierte en un objeto para satisfacer las necesidades del “amo”. Este es un tipo de relación abusiva y violenta.
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5-Patrón de atadura
Es común en las parejas muy convencionales. Los miembros acuerdan —explícita o implícitamente— no separarse, aunque el intercambio amoroso a todos niveles sea pobre o nulo. No hay comunicación afectiva ni expresión de amor, pero el compromiso se sostiene por razones de conveniencia, por miedo a la soledad o por el hecho de privilegiar la vida “familiar”.
Es usual poner el pretexto de “no dañar a los hijos” para sostener este tipo de relaciones que con el paso del tiempo generan mucho resentimiento, estancamiento y desazón. Una relación muerta puede generar más daño en los hijos del que se buscaba evitar.
6-Patrón equilibrado
Este tipo de relaciones sería el modelo más funcional. Una pareja equilibrada se constituye de dos personas completas, contentas consigo mismas, que se apoyan mutuamente sin depender en exceso del otro (todas las relaciones implican cierto nivel de dependencia).
Si bien cada uno es capaz de vivir su propia vida de forma autónoma, quieren compartir su camino con otra persona. Eligen estar juntos porque lo desean, se pueden distanciar y tener sus propios espacios —trabajos, proyectos, hobbies, amistades, gustos— sin que eso trastoque un proyecto de vida común. Si bien se acompañan en sus necesidades no se asfixian y la relación abre puertas para el desarrollo personal.
Algunos de estos estilos de relaciones pueden parecer exagerados y caricaturescos. Puede que en tu relación existan ciertos aspectos de estos patrones, pero sin ser excesivos o rígidos. En ese caso puede no presentar mayor problema. ¿Te identificas con alguno de ellos? ¿Descubres algún patrón del que no tenías conciencia? ¿Encuentras algo que hasta hoy no habías podido detectar?
Los patrones mal adaptativos en una relación no ocurren de un día para otro ni por el comportamiento de solo una de las personas: es un ciclo que involucra la acción y reacción de ambos. Como dice el dicho: “se necesitan dos para el tango” ¿Qué tango estás bailando tú? ¿Es el tipo de tango que quieres bailar?