Independientemente de cuánto tiempo lleve junta una pareja, de su identidad de género y orientación, hay motivos que tienden a repetirse al momento de tomar la decisión de hacer terapia.
La pandemia ha agregado nuevas fuentes de estrés y conflicto, en un contexto complejo de sobrellevar. La ansiedad, incertidumbre y el tener que pasar mucho tiempo encerrados (muchas veces en espacios muy reducidos) pueden agregar dificultades extra.
Me ha tocado escuchar en incontables ocasiones, frases como: “las parejas que van a terapia terminan separándose”. Lo cierto es que, si una pareja quiere seguir junta y de mejor manera, una buena terapia debiese conducirlos justamente a eso.
Si no te convences del todo hay evidencia que lo sustenta: según la American Psychological Association (APA), alrededor del 75% de las parejas que deciden hacer terapia refieren una mejora de sus relaciones.
Por otro lado, un dato importante de considerar, es que cuando una persona acude a terapia individual para resolver problemas de su relación, aumentan las probabilidades de divorcio o separación.
Hay parejas que luego de intentar resolver sus problemas por ellos mismos y sin llegar a buen puerto, deciden hacer algo diferente; como por ejemplo ir a terapia.
Dentro de los 5 motivos más frecuentes por los que las parejas van a terapia están los siguientes:
1- Problemas de comunicación
Todo es comunicación, por lo que cuando esta se deteriora y las soluciones intentadas han sido ineficaces; la terapia de pareja puede ser una buena alternativa para, por ejemplo, aprender ciertas habilidades y comenzar a comunicarse de una forma mas efectiva.
2- Cuando la única alternativa pareciera ser la separación
Es comprensible que si una pareja lleva tiempo intentando solucionar sus problemas sin lograrlo, pierdan las esperanzas y vean como única solución disponible; la separación.
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La terapia puede ser una buena alternativa para encontrar soluciones distintas a las que han repetido una y otra vez, sin los resultados esperados.
3- Infidelidad
El terremoto emocional que generalmente genera una infidelidad, tiene relación con un golpe bajo a los cimientos de la pareja y a la confianza en el otro.
Para la mayoría de las personas es una experiencia muy dolorosa y difícil de superar, pero no imposible. Incluso hay parejas que se fortalecen, se redescubren y construyen una relación 2.0 mejor a la que tenían.
4- Dificultades sexuales
Todas las parejas pasan por periodos mejores que otros en el ámbito sexual. Cuando la frustración y los conflictos se vuelven la norma, consultar con un especialista puede ser una excelente alternativa.
En un estudio publicado en Journal of Sex & Marital Therapy se les pidió a 2,371 personas recién divorciadas que indicaran las razones de su separación. La respuesta número uno (del 47% de los participantes) fue la falta de amor o de intimidad.
5- Conflictos recurrentes
Todos los conflictos de pareja, desde la discusión más rutinaria hasta las guerras abiertas, se clasifican en dos categorías: los que pueden ser resueltos y los perpetuos, es decir, los que formarán parte de nuestra vida siempre de una forma u otra.
Una vez que aprendemos a identificar y definir nuestras diferencias, podemos elaborar estrategias para enfrentarlas. Los temas de conflicto mas frecuentes son sobre: dinero, tareas & roles, tiempo libre, celos, relación con la familia de origen y crianza.
Si quieres saber más sobre el tema escucha “Cómplices, Los Dos” todos los jueves a las 20:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
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