La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al estrés como las reacciones fisiológicas que en su conjunto preparan al organismo para la acción (OMS, 1994). Desde este punto de vista, el estrés sería una alarma o estímulo que conduce a la acción, una respuesta necesaria para la supervivencia, respuesta que puede ser coherente con las demandas del entorno, o bien, insuficiente o exagerada.
Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo humano y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento. Algunos ejemplos que generalmente conocemos, son los olvidos (incipientes problemas de memoria), alteraciones en el ánimo, nerviosismo y falta de concentración. Sin embargo, existen otras formas en que el estrés puede afectar nuestra salud y que son bastante menos conocidas:
Resistencia a la insulina y diabetes
La insulina ayuda a las células musculares a absorber la glucosa de la sangre y ayuda a las células grasas a que almacenen energía. El cortisol liberado por estrés, hace justamente lo contrario, buscando obtener energía de la forma más rápida posible. Bajo un estado de estrés crónico, el cortisol frustra la acción de la insulina, y hace que las células sean resistentes a la insulina. La resistencia a la insulina conduce a una mayor circulación de azúcar en la sangre y eventualmente a diabetes mellitus.
Acortar los años de vida
Además de aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades que acortan nuestros años de vida, el estrés crónico puede reducir directamente la longevidad al dañar partes importantes de nuestro ADN llamados telómeros. Los telómeros son estructuras especializadas situadas en los extremos de los cromosomas, que los protegen de posibles fusiones y degradación. Cada vez que una célula se divide, los telómeros se acortan. Cuando los telómeros se acortan demasiado, la célula ya no puede dividirse, y por lo tanto muere.
Se ha observado que las personas que viven con estrés crónico tienen telómeros más cortos. Un estudio realizado el año 2004 entre mujeres que cuidaban a un niño enfermo crónico, mostró que las que sentían más estrés, tenían telómeros más cortos y eran en promedio el equivalente a 10 años más viejas que las madres que sentían menos estrés.
Acumulación de grasa en el vientre
El estrés no solo se relaciona con pasarse muchos rollos mentales, sino que también con acumularlos en la cintura. Durante la respuesta al estrés, tu cuerpo se nutre de las células de grasa como otra fuente de energía. Los triglicéridos son liberados en el torrente sanguíneo, y si no son utilizados, se redistribuyen en forma de grasa en el vientre.
En situaciones de estrés, se envían señales al abdomen para almacenar la grasa del vientre. Una razón posible es que la grasa visceral se convierte más fácilmente en energía que la grasa en los muslos y gluteos. Pero su acumulación es peligrosa.
Reflujo, úlceras y colon irritable
El intestino pareciera tener su propio sistema nervioso, el cual se comunica de forma directa con el cerebro. La gastritis, el reflujo y las úlceras se producen a menudo por una sobreproducción de ácido gástrico que aumenta con el estrés. Es frecuente que manifestemos en el lenguaje, el hecho de cómo lo emocional no puede afectar visceralmente. Por ejemplo, cuando decimos: “Me cayó pésimo tu comentario” “A ese no lo trago” “me duele la guata de solo pensarlo”
.
Aumento del apetito
Cuando pasamos por un periodo de estrés prolongado, el cuerpo trata de proveernos de combustible para el siguiente desafío. Después de la liberación de adrenalina, se secreta el cortisol; también conocido como la hormona del estrés. El cortisol mantiene nuestra respuesta al estrés activada y aumenta el apetito. Le dice al cuerpo que abastezca nuestras reservas de energía con alimentos muy calóricos, como carbohidratos. Si estás haciendo dieta ahora o vas en la 1.557 y no has obtenido buenos resultados, disminuir tus niveles de estrés podría ser una buena idea.
Referencia: Horesh Bergquist, S. (2015). 10 surprising ways stress may be affecting your health.
¿Qué opinas tú? Recuerda que puedes comentar con nosotros usando el hashtag #ComplicesFMDOS. De esto y más hablaremos este jueves en “Cómplices, Los Dos”, de 21:00 a 22:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
¿Tienes alguna duda que quieres resolver sobre este u otro tema? Deja tus preguntas para que Rodrigo Jarpa pueda seleccionar y contestarla:
[gravityform id=»389″ title=»false» description=»false»]