Hay muchas maneras en que el deseo y el placer sexual pueden ser bloqueados y tener dolor durante el sexo es sin duda una de ellas.
Cuando hay dolor es comprensible que comiences a evitarlo. Esto lo hacemos como seres humanos a un nivel primario de protección (a menos que estés jugando con el dolor como una manera de acceder al placer).
¿Cómo evitar el dolor en el sexo?
Para comenzar a sacar el dolor de la ecuación —en el caso de que exista— hay 4 preguntas cruciales por responder.
1- ¿Me estoy saltando la transición mental?
Cuánto es mucho y cuánto es poco es muy variable entre distintas personas. Incluso puede ser relativo en una misma persona dependiendo de la situación.
Es esperable que tu mente necesite ciertos estímulos y tiempo para que entre en el modo intimidad física y sexual. Necesitas asegurarte de atender a esto con transiciones útiles de fuera del dormitorio al interior de él.
Si no te permites tener la transición de para abrirte a ese espacio, entonces naturalmente vas a estar menos abiert@ a la experiencia física y mental. Si este es el caso, tu mente distraída hará que tu cuerpo no se suba a bordo de la experiencia.
Cuando el cuerpo no va de la mano con la experiencia de excitación, ninguna o muy poca lubricación sucederá como resultado. Esto último se asocia a dolor durante el coito.
Regálate el tiempo y los estímulos necesarios como para que tu mente y cuerpo estén más preparados.
2- ¿Me estoy apurando mucho?
Muchas mujeres se preocupan de que se están «demorando mucho tiempo». Y lo cierto es que la excitación puede tardar unos 15-20 minutos. En algunos casos más y en otros casos menos.
Hay parejas que no se dan el tiempo suficiente para este proceso. Pueden besarse y tocarse durante un par de minutos y luego zambullirse directamente en la penetración.
Muchas veces es necesario calentar a fuego lento o baño María. Otras veces podemos pensar en el microondas y tener todo listo en dos minutos.
No dar a tu cuerpo el tiempo para excitarse significará que no estará listo para la penetración, aunque recuerda que la intimidad sexual no tiene porque reducirse solo a eso.
A menor lubricación, hay mayor probabilidad de dolor. Esto puede suceder en diferentes momentos del ciclo menstrual, como resultado de medicamentos y otras condiciones. En este caso, el uso de lubricantes externos puede ser un gran aliado.
3- ¿Estoy manteniendo tensiones innecesarias?
Cuando nuestros cuerpos están tensos y estresados, nuestra respuesta de lucha o huida aumenta. A nivel primario, el estrés podría significar peligro.
Esto significa que tu cuerpo va a querer proteger las partes más vulnerables, como por ejemplo tu región pélvica. Esta tensión se puede ver reflejada en distintas áreas musculares como por ejemplo en la musculatura del piso pélvico.
Asegúrate de no estar manteniendo tensiones innecesarias en tu cuerpo. Esto lo puedes hacer tomándote breves pausas durante el día, tomando consciencia de tu cuerpo y que tensiones estas manteniendo sin darte cuenta. Después de esto puedes relajar y luego repetir.
4. ¿Necesito consultar con un especialista?
Si has estado sintiendo dolor de forma reiterada, te sugiero que suspendas puntualmente la práctica sexual asociada al dolor.
No es esperable sentir dolor durante las relaciones sexuales, por lo que si esto va más allá de algo puntual, te recomiendo encarecidamente que consultes con un especialista.
Si quieres saber más sobre el tema escucha “Cómplices, Los Dos” todos los jueves a las 20:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
Y revisa todas sus columnas en FMDOS en este link.
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