Enamorarse es fácil. Prácticamente cualquier persona lo puede hacer y la gran mayoría de las personas lo hará al menos una vez en la vida. Mantener el amor ya es otra cosa. Ahí ya estamos hablando de un desafío para las grandes ligas.
Dicho desafío puede complejizarse (aún más) por ciertos mitos que se nos van metiendo a la cabeza desde niñ@s. Desde los cuentos de hadas, donde las princesas y los príncipes vivían felices para siempre, a Hollywood con sus películas, libros, series de TV etc.
Lee también: Sexualidad en tiempos de crisis ¿Un antídoto para momentos difíciles?
Según el Doctor y psicoterapeuta Russ Harris, en su libro “Actúa con Amor”, basado en la Terapia de Aceptación y Compromiso, estos son los 4 más grandes mitos:
El Mito de la Pareja Perfecta
¿Sabías que en algún lugar del mundo existe una pareja perfecta para ti? El hombre o la mujer de tus sueños espera por ti hasta que lo/la encuentres. Sigue buscando y en algún momento conocerás a esa persona que hará realidad todas tus fantasías, cumplirá al 100% tus expectativas y con quien vivirás por el resto de tu vida en dicha y felicidad.
¡Si claro! Y el viejito pascuero es mi amigo… La verdad es que no existe eso de la pareja perfecta.
Si bien puede que ahora te suene bastante lógico, este mito nos lleva muchas veces a comparar a nuestra pareja con otros, a fantasear sobre la pareja que podríamos, habríamos o deberíamos haber tenido y a cuestionar nuestra elección.
A veces nos resulta difícil no pensar en los fallos o debilidades del otro y en como todo sería más fácil si él o ella cambiara. ¿cuánta frustración, rabia y decepción te genera quedarte atrapad@ en esos pensamientos? Aquí la idea no es que permitas que tu pareja haga lo que quiera, cuando quiera y/o con quien quiera, sin tomarte en consideración.
El punto es que observes cuáles son tus creencias personales sobre como tu pareja debería comportarse o como debería ser; date cuenta de los juicios negativos que haces del otro y de tu relación y nota que te pasa cuando te quedas atrapad@ en esos pensamientos. ¿ayudan o dañan tu relación?
El Mito de “La media naranja”
El autor se refiere a este mito como “tú me completas”, haciendo alusión a la declaración de Tom Cruise en la película Jerry Maguire, pero para efectos prácticos la idea de la media naranja comparte la misma lógica.
Si nos compramos este mito y actuamos como si fuéramos incompletos sin nuestra pareja, entonces es probable que nos volvamos dependientes, necesitados y temerosos de estar solos, lo que no nos conduce a una relación sana.
Tod@s ya somos complet@s, de miles de millones de formas distintas, aunque a veces nuestras mentes nos digan lo contrario.
El Mito de que “Si hay amor debiese ser fácil”
Cuando vives íntimamente con otro ser humano que tiene distintos pensamientos, emociones, costumbres, estilo de comunicación, intereses, expectativas y preferencias respecto a los roles, el sexo, el dinero, la religión, crianza, política, música, arte, comida, ocio, aseo & ornato, series de Netflix, uso correcto del tubo de la pasta de dientes, etc. (aunque existan factores en los que coincidan) ¿realmente debiese ser fácil?
Ante los conflictos propios del ser pareja, puede que pensemos que, si el otro fuese más compatible, si no fuera tan distinto a mí, entonces nuestra relación sería mucho más fácil. Si lo hacemos caemos en el mito número 1 (el de la pareja perfecta).
Lo cierto es que mientras tengamos como pareja a una persona que no sea nuestra réplica exacta, siempre existirán los conflictos y las diferencias. Por eso las relaciones no son fáciles y con el amor no basta.
Se requiere de inteligencia emocional, negociación, compromiso y mucha, pero mucha aceptación. También se requiere de la capacidad individual para establecer límites de forma asertiva y el no permitir que se transgreda nada que pueda amenazar nuestra salud y bienestar.
El Mito del “Amor eterno”
¿Eso existe? Usualmente cuando se habla de amor, se habla de un estado emocional que implica una mezcla de pensamientos, sentimientos y sensaciones.
El problema de definir el amor de esta manera, es que los sentimientos o los estados emocionales no duran mucho tiempo.
Al principio del idilio puede que esos sentimientos sean más intensos, duren más y los sintamos con mayor frecuencia a lo largo del día. Esto es lo que se conoce como la fase de “luna de miel” y que dura un promedio de 6 a 18 meses en la mayoría de los casos y excepcionalmente hasta un máximo de 3 años.
Cuando se termina, generalmente experimentamos una sensación de pérdida. Después de todo se siente muy bien. Tan bien, que cuando las maripositas se duermen, muchas personas ponen fin a la relación argumentando algo como: “ya no me siento enamorad@, por lo que esta no es la persona correcta para mí”.
Lo cierto es que una relación autentica, profunda y significativa, generalmente comienza a desarrollarse una vez que la fase de luna de miel se ha terminado y que la idealización es reemplazada por algo más cercano a la realidad.
Si esa relación se mantiene podrán llegar nuevos sentimientos de amor –tal vez no tan intensos y enceguecedores- profundos y cargados de sentido.
En vez de pensar en el amor como un sentimiento, una forma que puede ser más útil, es verlo como una acción. El sentimiento de amor va y viene y no lo podemos controlar.
Pero la acción de amar –a nuestra pareja, amistades o un desconocido en la calle- es algo que podemos hacer, independiente de lo que sintamos.
Hay veces que esto puede ser tremendamente difícil, sobre todo cuando hay rabia o resentimiento. Podemos abrir espacio a esas emociones, sin dejar que ellas actúen por nosotros. Hay que dejar pasar los pensamientos que nos dicen que nosotros estamos en lo correcto y el otro está mal o equivocado, para reconectar con lo que valoramos y recordar que tipo de pareja queremos ser y que tipo de relación queremos construir. Luego de esto, podemos actuar.
Si quieres saber más sobre el tema escucha “Cómplices, Los Dos” este jueves a las 20:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
[gravityform id=»389″ title=»false» description=»true»]