Como ocurre en la gran mayoría de las parejas estables, es muy poco probable que los dos tengan el mismo nivel de deseo o interés en el sexo. Esto no quiere decir que uno u otro necesariamente tenga un trastorno o disfunción, sino que simplemente son personas distintas con necesidades diferentes.
Si sientes que tu deseo es mayor que el de tu pareja y esto les genera conflicto o se ha transformado de alguna forma en un problema, me gustaría compartir contigo estas 3 sugerencias que te puede ser de utilidad.
- Mejora tu relación para mejorar el sexo, antes que mejorar el sexo para mejorar la relación: es importante que cultives tu relación, tu amistad con el otro y que mantengan manifestaciones de cariño, que no sean solo y monotemáticamente orientadas a terminar en la cama. Muchas veces escucho en la consulta quejas como éstas: «sólo se acerca cuando anda con ganas», «cada vez que me da un beso o me hace cariño es porque está buscando otra cosa y hay veces que a mi sólo me gustaría que quedara ahí…por lo tanto cada vez nos damos menos besos y nos hacemos menos cariño». Muchas personas necesitan sentir cercanía y cariño para «prenderse», y eso no es algo que se logre en los 5 minutos antes de irse a la cama.
- No te lo tomes personal: suena más fácil decirla que hacerla, sobre todo cuando estamos hablando de personas en una relación significativa. Sin embargo, es importante que tengas en consideración que el que tu pareja tenga menos interés en el sexo que tu, no implica que no te quiera, no te encuentre atractiv@, te esté siendo infiel, etc. Puede que simplemente está pasando por una fase o que esté muy cansad@ y con poca energía, que se sienta insegur@, poco atractiv@ o incluso que tenga alguna condición médica. También puede que simplemente sea lo que sea y no hay nada más por debajo; tu tienes más deseo y tu pareja menos.
- Hacer lo que funciona: si tu pareja te dice que para disfrutar del sexo necesita que puedan estar tranquilos, que los niños estén durmiendo o que le gusta más en la mañana; recíbelo como pistas de lo que funciona y no como excusas.
Miguel me comenta en la consulta: «es que para que ella quiera tener sexo, casi que se tienen que alinear los astros, todo perfecto, los niños durmiendo y ojalá las velitas y los inciensos, y eso no puede ser así…». Entiendo a Miguel, pero es más efectivo que considere las necesidades de su mujer, que intentar que ella no necesite lo que necesita. Piensa en las veces en que han disfrutado más del sexo: ¿qué era distinto?, ¿qué hacían diferente? Para que eso ocurra, ¿qué deberá modificarse en lo concerniente a TUS actos, pensamientos y sentimientos?
El jueves seguiremos conversando sobre el tema en «Cómplices, Los Dos», de 20:00 a 21:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
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