La diversidad sexual es un término que se escucha mucho en el último tiempo y que visibiliza todas las identidades de sexos, orientaciones sexuales y géneros. Bajo este contexto, y como un lema de lucha, el 28 de junio es el Día del Orgullo LGBTIQ+, siglas que hacen mención a: Lesbianas, Gays, Bisexuales, Personas Trans, Personas Intersexuales y a las personas que son sexualmente diversas y que no se identifican con ninguna de las calificaciones anteriores.
A pesar de lo anterior, aún hay experiencias sexuales que siguen siendo tabú y que no son visibilizadas. Hablamos de la sexualidad y las diversidades funcionales, vale decir, la sexualidad de las personas en situación de discapacidad.
La sexualidad en situación de discapacidad
Karina López, licenciada en Psicología Clínica, Educadora Sexual Integral y Terapeuta con perspectiva de Género (@china_kalo), explica que “es importante que rompamos el mito de que las personas en situación de discapacidad no tienen deseo sexual o no tienen sexualidad. Ya que esta es una mirada poco inclusiva y castradora. Todas las personas, sin excepción, son seres sexuales”.
“Además, es importante que dejemos de ver el sexo en un contexto donde solo existe cuando hay penetración vagina – pene o pene – ano, ya que el mundo erótico es mucho más amplio que esto. Se puede tener sexo sin que haya ningún tipo de penetración. Por ende, cuando hablamos de diversidad sexual, también estamos incluyendo y visibilizando todas las sensaciones en nuestro cuerpo que nos generan placer. Y que puede ser incluso tan solo el roce de una pluma o algo muy suave que tome contacto con nuestra piel”, agrega la experta.
En este contexto, los juguetes sexuales y la cosmética erótica juegan un rol muy importante cuando se trata de diversidades funcionales. Ya que pueden transformarse en un apoyo real para vivir una experiencia sexual satisfactoria. De hecho, en varias partes del mundo se están fabricando productos que son pensados para el uso de personas con movilidad reducida. Como vibradores, que, gracias a su peso ligero, no requieren del uso de manos o productos con diseños ergonómicos que facilitan su uso.
Jazmín Sepúlveda, Jefa de Ventas de Detalle de Starsex explica que “en Starsex, con nuestros productos apostamos todos los días por la diversidad sexual y amorosa, ofreciendo productos lo más inclusivos posibles. Partimos de la base de que el placer es un derecho universal, sin excepción alguna. Por eso, por ejemplo, tenemos vibradores que se caracterizan por su agarre firme y que son fáciles de manipular”.
Despertando los sentidos
Por otro lado, la cosmética sensual es 100% diversa e inclusiva. Ya que los productos que la habitan (lubricantes íntimos, geles, aceites de masajes, vasodilatadores, excitantes y otros) no solo permiten la renovación y la facilitación de la experiencia sexual en pareja o mediante la masturbación, sino que también ofrece alternativas de experiencias sensitivas. Esto puede ser un apoyo importante para personas en situación de discapacidad, como por ejemplo, una caricia o un un beso con efecto frío, calor, vibración o con un sabor y aroma agradable, como chocolate, caramelo, etcétera.
Para finalizar, la experta Karina López confirma: “el placer es una experiencia no normativa, que va más allá de nuestra condición física. El placer no nace en nuestros genitales, sino que en nuestro cerebro y se extiende por toda nuestra piel, que es la zona erógena más amplia de todo ser humano, sin excepción. Todos tenemos el derecho de vivir y experimentar placer. Pero lo primero que hay que hacer es derribar los prejuicios, los mitos y educar a las personas en torno a esto. Y permitirse descubrir todas las alternativas que hay para experimentar placer sin culpas y de manera segura, como lo que ofrece el mundo de la cosmética sensual”.
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