Probablemente has visto La Cenicienta pero ¿habías oído del complejo de Cenicienta? Pues en resumidas cuentas está relacionado al miedo a la independencia. Esta princesa simboliza la idea de que una mujer busca una figura que cuide de ella, como el príncipe que la salva. Son aquellas mujeres que esperan que las rescaten de una situación, en vez de intentar salir por sus propios medios.
Pero este complejo puede ser revertido, con cambios en nuestra mentalidad. La psicóloga Mar Araujo explicó más a fondo el síndrome y cómo superarlo, en la revista Hola!.
El complejo o síndrome de Cenicienta
Araujo explicó: «Se refiere a cuando una mujer tiene miedo a ser y vivir de forma independiente y autónoma. Buscan y necesitan el resguardo, compañía y sensación de seguridad de un hombre. Podríamos decir que se trata de mujeres con un alto grado de dependencia emocional y económica, que depositan su estabilidad psíquica en la formalización de una relación. Este complejo, les lleva a idealizar a la pareja como “su príncipe azul” y se sienten frustradas cuando detectan algún error o defecto en su pareja».
Una forma de darse cuenta si lo sufres es si tienes una gran dependencia hacia un hombre en cualquier sentido. Puede ser necesidad afectiva, dependencia económica, social, etc. Son mujeres que tienen la necesidad de agradar y complacer a su pareja, esperando reconocimiento y aprobación y si no sucede, tienden a ser sumisas. Además, tienen un miedo excesivo a la ruptura y el rechazo y no pueden responsabilizarse de sí mismas.
Por otro lado, idealizan sus parejas e intensifican lo bueno de ellos, dándoles todo el valor que no reconocen en ellas mismas, rehusando cualquier meta o deseo propio. Para estas mujeres los hombres le dan un sentido a sus propias vidas, mientras que esperan que ellos las protejan y se preocupen por ella.
¿Qué puede causar esta condición?
A veces quienes padecen este síndrome de Cenicienta son mujeres que han crecido en un entorno donde se ve que la vida solo será feliz y completa con un hombre que les cuide.
Otro factor que puede causar este complejo es una baja autoestima. Según Mar Araujo, pueden ser mujeres con una percepción de sí mismas muy deteriorada, lo que lleva a la necesidad de cariño y cuidado constante. Sienten una sensación de valor a través de una relación con un hombre.
También mujeres que han vivido sobreprotegidas por los padres pueden desarrollarlo, ya que no se sienten capaces de resolver sus propios problemas. Por eso en la edad adulta pueden tener problemas de confianza en ellas mismas.
Las personas que han sufrido bullying también pueden desarrollar una forma de dependencia con su pareja. En general, si una mujer ha sufrido algún trauma, puede que pierda la capacidad de afrontar problemas ella sola, lo que la lleve a padecer el síndrome de Cenicienta.
Este complejo puede provocar que la persona, como busca la aceptación de parte de los demás, no puede crecer personalmente, limitando sus habilidad y la evolución de cada uno de sus aspectos y su vida.
¿Solo afecta a mujeres?
De acuerdo a la psicóloga Mar Araujo, si bien el síndrome de Cenicienta se refiere al sexo femenino, por estar inspirado en un personaje femenino, lo cierto es que los hombres también lo pueden sufrir. Finalmente, es un problema de dependencia afectiva y falta de autoestima.
Qué hacer para superar el complejo de Cenicienta
- Salir de la zona de confort. Es esencial dejar de ser dependiente de otros. Intenta tener tus propias metas y deseos.
- Potencia tu autonomía. Haz cosas que sean placenteras para ti, relaciónate con otros y aumenta tu círculo amistoso.
- Quiérete a ti misma. Comienza a tener una relación de amor contigo misma y ve construyendo tu seguridad, para cuidarte dentro y fuera.
- Toma la iniciativa. Deja de lado la actitud pasiva y se proactiva con tu vida.
- Trabaja en la autoestima y el autoconcepto, refuerza tu idea de valía, seguridad y responsabilidad de ti misma.
- Cambia tu forma de pensar sobre las relaciones de pareja. No les otorgues tu felicidad a estas y entiende que el amor no es dependencia.
- Implementa una visión positiva de ti y la realidad. Para cambiar tu vida, puedes cambiar los pensamientos que invaden tu mente. Deja de pensar negativo y cambia tus palabras, lo que manifiestas, por algo positivo.