Ya lo dijo Alejandra Guzmán alguna vez: «Hacer el amor con otro, no no no«. No es la misma cosa, no hay estrellas de color rosa. Así puede sentirse el volver a dar pie a nuestra vida sexual luego de divorciarnos o de terminar una relación duradera y estable. Después de todo, nos acostumbramos a los modos de funcionar de una persona en específico, sus mañas, dónde hay que darle (y dónde jamás), etcétera, etcétera.
Por lo mismo, el exponernos a alguien nuevo puede ser algo sumamente difícil. Y es que no solo implica volver a conectar con un cuerpo ajeno al que conocías, sino que además, puede traer una fuerte carga emocional que tenemos que estar dispuestos a asumir. Es volver a exponernos de la forma más íntima con alguien nuevo, significando un paso importante en la conclusión de algún vínculo anterior que nos haya marcado.
En esta línea, cabe preguntarnos lo siguiente: ¿Cómo podemos reiniciar nuestra vida sexual sanamente después de terminar una relación duradera? Es decir, ¿cómo puedo llevar a cabo este proceso con comodidad y confianza, en vez de que sea algo netamente del despecho o que nos deje sintiéndonos miserables?
Como es de costumbre, en FMDOS te lo contamos.
La guía definitiva para volver a iniciar tu vida sexual luego de terminar una relación duradera
1. Concientízate sobre tu propio proceso de superación
Si quieres comenzar a darle rienda a tu vida sexual después de haber finalizado un vínculo importante en tu vida, lo primero que debes hacer es ser consciente sobre cómo ha sido superar a esta persona para ti.
Según la sexóloga Claudia Hurtado, doctora del centro médico Vida de Mujer, primero debemos partir por ser distinguir distintos elementos de nuestra ruptura. «Es súper importante poder tener conciencia de las causas de la separación, el contexto de esta, si en realidad hablamos de una separación física en cuanto a lo cotidiano, y distinguir cuándo realmente me separé de esta persona«, asegura la profesional.
«Normalmente, cuando vivimos un proceso donde la relación de pareja se ve dañada, una de las grandes áreas de la vida que empieza a somatizar los conflictos de pareja son las relaciones sexuales. Entendiendo que, frente a las emociones de pena, rabia, o ansiedad, es difícil que se genere deseo sexual. Entonces, si ya se ha vivido una desconexión sexo-afectiva con una expareja, podemos sentir que nuestra autoestima sexual ha sido afectada«, explica.
«No es lo mismo una separación de larga data (diez años), versus la separación de un año. Creo que es importante hacerse un auto-chequeo sobre cómo la sexualidad fue afectada en esta última relación. En términos de autoestima, mi propio deseo sexual en general, etc«, agregó. Una vez que podamos distinguir nuestros propios sentimientos y trabajemos en ello, podemos dar inicio a una conexión más íntima y física con alguien más.
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«Es un proceso. Ojalá no utilicemos las relaciones sexuales para poder saltarnos procesos de duelo importantes o regular emociones… Sino que sea un deseo e interés real, desde un lugar más genuino«, concluyó Hurtado.
2. Date el tiempo de procesar la ruptura a tu tiempo
Como dijo Marc Anthony alguna vez, hay que ¡vivir la vida (la la la la)! Sin embargo, esto no significa querer trapear el término de tu relación bajo la mesa. De hecho, todo lo contrario: hay que saber afrontar el quiebre con valentía. Y, aunque duela, permitirnos procesar los dolores que nos suscitó a lo largo del tiempo, incluso si queremos conocer a alguien más.
«La separación puede ser altamente traumática si es que no la vivo desde una manera lúcida y consciente, conectada con mis emociones«, explica la sexóloga Claudia Hurtado. «No pensar en la ruptura sería como evitar conectar con emociones que son difíciles de transitar. Por lo que, sin duda alguna, en un futuro podría interferir otras relaciones«.
«Si bien se cree que pensar en la ruptura extiende el proceso de duelo, a largo plazo, es interiorizado como una situación difícil, pero de alto aprendizaje. De alto desarrollo personal«, enfatizó.
3. Identificar qué ha significado el sexo para ti a lo largo de los años
La sexóloga Claudia Hurtado es enfática en algo: el sexo no es necesario para la felicidad de las personas. Y, por lo mismo, no debe ser la única fuente de placer a la que recurramos para volver a sentir esa emoción de la vida que alguna vez nos caracterizó en otras épocas, como cuando estábamos en esa relación.
«Los centros del placer en un ser humano van cambiando a lo largo del tiempo. Entonces lo primero que haría sería volver a conectar con todos los placeres, no solo el sexual. Le daría un espacio importante a los placeres del uso de mi tiempo, el cuidado hacia mí misma, retomar cosas que me encantan y me llenan, reconectar con vínculos importantes… Una dosis previa. Y luego, distinguir si mi centro de placer está en lo sexual«, señaló la experta.
Una vez que logres identificar la prioridad que le darás al sexo en tu vida, comienza a desglosar los distintos aspectos que podrían enriquecer un encuentro íntimo con otra persona.
«Pregúntate qué necesitas para activar tu deseo en este momento. ¿Necesito un vínculo afectivo? ¿Necesito una buena relación? ¿O pasión solamente?«, ordena la doctora. Cuando descubras esto, y realmente sientas que una conexión de ese nivel con otra persona tendrá un efecto positivo sobre tu propia felicidad (sin ser la única fuente de ella), ¡pon manos a la obra vaquera! Ya puedes comenzar a explorar esa área de tu vida con la tranquilidad y paz que te mereces.
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Ante todo, recuerda que no debes apurar nada. ¡Vive tu vida al ritmo que necesites, y siempre prioriza tu energía y alegría ante todas las cosas! Un mini tip FMDOS.