Seguramente has oído alguna vez una historia donde una pareja se conoce y parecen ser el uno para el otro. Esto, hasta que uno de los dos decide «darle fin» a la relación, desapareciendo y dejando de hablar con el otro involucrado. Esto es lo que se conoce como ghosting y acá te contamos por qué no deberías hacerlo.
Si aún no conoces el concepto, te contamos que ghosting es «la práctica de terminar una relación personal con alguien deteniendo repentinamente toda comunicación sin explicación», según el diccionario Oxford.
Esta situación deja a la otra persona en una postura de duda sobre qué sucede con la relación, llamando o buscándola, pero sin encontrar respuesta.
Tal como se viene explicando, esta conducta, pese a estar muy «de moda», es una de las formas más cobardes de «comunicar» que ya no se desea estar en pareja.
Todos concordamos en que es algo básico comunicar a la otra persona que ya no estamos interesados en seguir con la relación. Sin embargo, hay personas que parecen no entender estas normas básicas.
La persona que suele ghostear, en vez de hablar sobre la situación, suelen alejarse. Con esto, la persona que se aleja, suele dar por sentado, que este alejamiento explica que se desea terminar.
Hay algunos casos, en los que el ghosting puede mutar en «Benching», que es prácticamente lo mismo, pero luego de la desaparición, vuelve a haber interés. En el caso del ghosting, luego de desaparecer, no vuelve más.
¿Qué consecuencias puede tener el ghosting?
Aunque creas que esta práctica no tiene consecuencias, la verdad es que sí, sobre todo para la persona «dejada».
Según el sitio de psicología Psicoactiva, la primera de las consecuencias tiene que ver con la fase del duelo. Esto, ya que no se sabe realmente si la relación se ha terminado, ya que no hay comunicación de por medio.
El hecho de que alguien desaparezca de tu vida, sin dar explicación, te puede dificultar superar el duelo y afectar en la recuperación de la ruptura.
Otra de las consecuencias tiene que ver con la preocupación que puede sentir la persona «dejada», llegando incluso a sufrir ansiedad.
Es evidente, que si la relación fue intrascendente o de una noche, desaparecer, puede ser una opción lógica y válida. Sin embargo, si la relación ha sido algo seria y se han compartido sentimientos, no se debe desaparecer sin antes explicar el por qué.
¿Cómo resuelvo la situación?
Lo primero que debes tener en mente, si te ves en esta situación, es que hay que enfrentar que la otra persona no tiene el valor para decirte que quiere terminar la relación.
Con esto, se deja de pensar en que el otro involucrado está pasando por un mal momento o problemas que resolver, y se deja de tener esperanzas fallidas. Sabemos que cuesta, pero será lo mejor para ti.
Además de esto, debes pensar que una persona así de egoísta, inmadura e infantil no merecía estar con una persona que tiene las cosas claras. De lo contrario, no te estaría haciendo pasar por esta situación.
Recuerda, que si vuelve luego de desaparecer, podrías estar siendo víctima de «benching», por tanto, no des segundas oportunidades.
Como ves, el ghosting no es la mejor forma de terminar una relación amorosa, así que tu no lo hagas, ya que es la forma más complicada de romper con la otra persona.