El hecho de no tener relaciones sexuales, no es un problema si los dos miembros de la pareja están de acuerdo y felices con esa decisión. Pero, si puede traer problemas cuando uno de los dos en la relación, se frustra por la falta de sexo.
Al contrario de lo que se piensa, este problema afecta tanto a hombres como mujeres de todas las edades. La única diferencia podría radicar en la reacción que tienen hombres y mujeres frente a la posibilidad de no mantener relaciones sexuales.
Lamentablemente, la educación sexual en nuestro país es deficiente, perpetuando con ello, los dañinos estereotipos en el ámbito sexual. Seguramente más de una vez escuchaste que los hombres son, en su mayoría, buscadores de sexo y que en ellas, el sexo es algo más bien mecánico. Pero esto, no es así, solo se han perpetuado los clichés de antaño.
¿Qué hacer si tu deseo sexual ha disminuido?
Si la disminución de la libido te ha traído frustración, lo primero que debes hacer, es hablarlo con tu pareja. Esto si suena a cliché, pero la comunicación es la base de todas las relaciones.
Las personas que ese enfrentan a este problema suele pensar que es su culpa o que quizás la relación ya no va tan bien. Además, pensar que «quizás ya no me ama» o «talvez ya no le gusto» es sacar conclusiones apresuradas.
Toma un tiempo y habla de esto con tu pareja. Ahora, si la situación se torna algo más difícil y la comunicación ya no logra resolverlo, lo mejor es ir con un especialista. Ya que, mientras más anclada esté la distancia sexual, mayor será el trabajo por hacer en la pareja.
¿Qué condiciones médicas pueden afectar el deseo sexual?
Lo primero que debemos hacer, si notamos que nuestro deseo sexual ha disminuido, es descartar cualquier tipo de problema médico. Estos podrían ser:
- Depresión
- Enfermedades como la diabetes o hipertensión arterial
- Algunos tratamientos farmacológicos puede incidir en la falta de deseo
- Desequilibrio hormonal tiroideo
- Caída repentina de testosterona: suele suceder en hombres que se ejercitan con frecuencia. Al ejercitarse, los deportistas producen más testosterona y esta, estimula la libido. Por tanto, si dejas de ejercitarte, podrías sufrir una baja en tus niveles.
Si ya descartamos cualquier aflicción médica, debemos revisar si esto se trata de un problema de pareja o individual. Cuando se trata de una pareja de años, existen muchas soluciones para enfrentar esta baja actividad sexual.
Soluciones
Uno de los primeros consejos que entrega el psicólogo y terapeuta sexual, Xavier Conesa, es redescubrir momentos de intimidad.
Hemos hablado de las etapas del amor, y sabemos que en una primera instancia la pasión es descontrolada. A medida que la relación avanza, la pasión se debilita y vamos notando más las faltas del otro.
Por esto, es importante «volver a admirar» al otro y si los momentos íntimos se ponen algo extraños y forzados, lo mejor es programarlos. Aunque sean padres o lleven mucho tiempo juntos, primero que todo, son amantes.
Además de volver a la admiración por tu pareja, debes tomarte el tiempo de escucharle. Con esto, podemos mantener vínculos y complicidad que podrían incidir en el deseo sexual. La idea es pasar tiempo de calidad juntos y no sólo frente a las pantallas del celular o computador.
A lo anterior, el terapeuta sexual, explica que expresar las emociones con tu pareja también es beneficioso. Esto porque, hablar sobre tus emociones permite crear un vínculo y puedes soltar tu enojo o mal humor.
Complementando lo anterior, se sugiere mantener una «rutina de ternura diaria«. Con esto no se refiere a estar todo el día juntos, pero si asociar la ternura con el tacto.
Una mano en la espalda mientras ven algo, un beso mientras el otro cocina, todas estas muestras son pequeños toques tiernos que fomentan el deseo.
Otro de los puntos importantes para solucionar la ausencia de deseo sexual en la pareja, es mostrar el deseo sin actuar.
Muchas veces, por culpa de los estereotipos, tememos a mostrar lo que en verdad queremos y nos gusta. Debes tener claro que la sexualidad es un juego de adultos y no hay que tener miedo en demostrar tu deseo por la otra persona.
Las mujeres, en este caso, tienden a sentir que serán juzgadas por expresar sus fantasías a su pareja, bloqueando así, la imagen propia e inhibiendo las relaciones.
Ya que somos adultos, todos deberíamos hablar de sexo, cuando está mal y cuando está bien. Quizás pueden recordar alguna situación pasada y contarle al otro lo que le gustó o no, esto, puede alimentar el vinculo de la pareja, dando ganas de empezar de nuevo.
El último punto, pero no menos importante, tiene relación con el trabajo que se requiere en la percepción personal de la sexualidad. A veces, las creencias culturales o religiosas de uno, pueden afectar a la relación en el ámbito sexual.
En ese caso, es necesario trabajar en profundidad con la personas sobre su percepción de la sexualidad, quizás supliendo la carencia de educación sexual que se debe recibir.