No nos hagamos los locos. A veces (casi siempre), la abstinencia no es algo que queremos mantener. Y, así mismo, tampoco buscamos las complicaciones de una relación. Lamentablemente, no querer tener un vínculo amoroso a menudo trae sus consecuencias, especialmente en lo sexual: antes de darnos cuenta, han pasado ya un par de meses, y no hemos sentido nada cercano a esa zona que no sea el agua de cuando nos duchamos.
¿Cómo podemos combinar esas ganas de sexo intenso sin tener que meterle lo tedioso que trae una relación? El sexo casual.
Ajá, estamos hablando de esos encuentros sin sentimientos que quitan el malestar, el estrés, y a veces, la salud mental. Pero, ¡ojo! Que no todos esos topones sexuales tienen porqué ser algo negativo: si somos capaces de mantener la línea fina entre que separa a la intimidad del amor, no deberá existir ningún problema.
Pero, como dije antes, ese límite es algo muy, muy, muy fino. Especialmente cuando se trata de estar en la cama con alguien: no solo estás expuesto a la situación más vulnerable que existe con una persona. Sino que, además, luego viene el regaloneo, la comidita juntos, el verse chascones y reír, y si te enganchas ahí, Q.E.P.D lo casual.
La pregunta que surge entonces es, ¿habrá una forma de limpiar las telarañas sin caer en el compromiso emocional que traen las escobas?
Pues sí, y en FMDOS, te trajimos la guía definitiva para tener sexo casual (y disfrutar de todos los beneficios que esto trae). Porque créenos que tu ex tenía razón: llegará uno que te lo haga mejor. Y no es algo que necesariamente debe implicar sentimientos.
Do’s and Dont’s del sexo casual
Para poder llegar a tener una relación de sexo casual efectiva (sin que traiga alguna que otra ruptura de corazón terrible), debemos mantenernos en un punto central: no mezclar lo físico con los sentimientos.
Sin embargo, esto no podría parecer tan fácil en un inicio. Por lo que aquí te traemos los mejores tips para que empieces a marcar tus límites (y los de tu pareja sexual) respecto al corazón que le meterás a este tipo de encuentros.
1. Do: Prepárate con tiempo
Y no solo con condones (recordemos que la salud siempre va primero). Sino con un mantra diario: «Esto es sexo, y nada más».
Porque a veces, por muy rico que podría ser meter una papa frita en un Mc Flurry, no es algo sano que podamos comer todos los días por el resto de nuestras vidas. Mi psicóloga alguna vez me dijo que hay que recordar los contextos en los que una persona te hace bien, y a veces, eso se reduce a la cama. Si vas a tener una relación de sexo casual con alguien, procura limitarlo a solamente eso: no te enganches ni pienses de más. Es lo que es, y fin.
2. Do: Quédate con lo básico
En la línea de lo que te decíamos antes, es importante no sobrellevar las cosas a niveles que podrían confundirse con una relación. No necesitamos saber todos sus traumas de la infancia ni la relación con sus padres, eso se lo puede dejar a la psicóloga. Si eres enamoradiza, y sabes que te puedes involucrar fácil, concéntrate en saber lo necesario de tu pareja de sexo casual. No te pases: no eres terapeuta. Tampoco te pongas a ver tus películas favoritas ni a almorzar con su familia. Solo mete, saca, disfruta un ratito del abrazo necesario, y adiós.
3. Do: No te pongas rara/o
No te estés excediendo en cuanto a las cosas que hagas por este alguien: no es tu pareja. No es necesario que te desveles por ir a recogerlo a algún lado, ni que publiquen historias en Instagram. De hecho, tampoco te limites de conocer a nuevas personas (aunque siempre definiendo la comodidad de ambos). Sé amable, modérate, y disfruta.
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4. Don’t: Empieces a proyectar una relación
Es fácil que, al seguir conductas propias de una relación (como lo es el sexo), empieces a imaginarte cómo sería tu vida al lado de esta persona.
Esto podría ser útil si tuvieses un interés más allá de lo físico, pero si ambos definieron que su vínculo sería estrictamente sexual, no te empieces a pasar rollos: cuando te invadan estos pensamientos, distráete, sal a correr, métete a Tinder. No te dañes el corazón por algo que seguramente, no va a pasar.
¡Ya lo sabes! Estamos en pleno siglo XXI, y no tenemos porqué estar condenando el sexo casual. Si realmente tienes la fortaleza para no involucrarte sentimentalmente, esta podría ser una gran forma de quitarte el estrés de los fuertes días de trabajo. Pásala bien, créete el cuento, y ¡arriba vaquera!