Recientemente asistí a una junta en un bar. Quizás esto no sea de interés público, pero entre risas y copas, salieron varias personas a contar cómo se sentían después sus rupturas amorosas (un tema que pareciera infaltable en una reunión social). A una, el mundo aún le arde. Otra, aún extraña el calor de su ex pareja cuando hace frío. Y luego, están las que solo quieren meterse en las discotecas por lo menos seis meses en busca de algo de diversión.
A todas nos ha pasado: los quiebres son algo que, aunque no lo queramos así, dejan su huella en nuestros corazones. Pasamos de compartir nuestras vidas enteras (y cuerpos, y almas), a tener que recomponernos absolutamente solas, en una rutina que desconocíamos hace tiempo.
No. Ya no existe a quién decirle lo bueno del trabajo. Ni quien te vaya a ver en pleno domingo, a las seis de la tarde, solo para ver una película. O quien simplemente se acueste contigo cuando se acabe la pesadez del día.
Y sí: de alguna forma u otra, tenemos que hacer nuestra paz con eso. Pero, cuando recién nos hemos separado, esto parece imposible. Después de todo, una de las injusticias más grandes es que para una relación se necesiten dos, pero para terminar, solo uno.
Sin embargo, en FMDOS sabemos que se puede salir adelante, y, por lo mismo, les hemos traído un par de tips para sanar después de un divorcio o un quiebre amoroso importante. Porque, aunque no lo crean, si hay una luz al final del túnel. Y puede que ese túnel te lleve a caminos mucho más felices que el que venías recorriendo. ¿Nos acompañas?
Cómo empezar a sanar después de separarte de tu pareja
1. Permítete sentir, pero no tanto
Estamos en el 2024, y eso de llorar ya está normalizado. No está mal que te tomes el duelo de terminar una relación, y que lo expreses de repente en un día en que te quieras quedar viendo películas y comiendo algo rico. Hasta la bikina pasa las noches llorando por él, y ¿tú no? ¡Basta de suprimir emociones!
Sin embargo, la psicóloga de parejas, Kate Balestrieri, señala que el perderse en el buscar los motivos de la separación, querer un perdón, o regocijarse en el sufrimiento, solo aumenta los sentimientos negativos en tu cerebro, por lo que deben haber límites.
«Es esencial para el duelo el acceder a apoyo y moderar el tiempo gastado en procesar emociones fuertes. Déjate experimentar todo, pero si se te hace difícil hacer tu vida normal (lo cual puede ocurrir), busca fuentes externas de apoyo. Amistades, familiares, un psicólogo, u otras figuras. Ellos pueden jugar un gran rol en ser testigos de tu dolor y ayudarte a enderezar la vida de nuevo», explicó.
Porque hasta Karol G lo dijo: a veces hay que salir con las amigas disque pa’ matar la tusa. Tocó.
2. Vuelve a conocer al amor de tu vida: tú misma
¿Se acuerdan de esa junta en el bar que mencioné en un inicio? Bueno, en algún minuto, salió el segundo tema que concierne a todos los que alguna vez terminaron una relación: «¿Cuándo te vas a volver a enamorar?«.
Y ahí, una respuesta sabia se me quedó impregnada en la cabeza: «¿Por qué habría que enamorarse de alguien más y no de uno mismo primero?«.
Porque, como les dijimos antes, una relación supone compartir todo (y va desde la ropa hasta nuestros espacios más íntimos). ¿Qué se hace cuando eso desaparece? ¿Buscamos alguien nuevo con quien dividiremos los espacios de nuestra vida? Como dijo Carrie Bradshaw, ¿qué hacemos con el amor que queda?
La respuesta es sencilla. Y es que lo más sano y útil para que puedas avanzar tras terminar una relación es, primero, queriéndote tú. Pero no, no hablamos del típico self love que busque posicionarse como la persona más grandiosa del mundo, sino que, al contrario, queremos que vuelvas a descubrir quién eres sin esa persona. ¿Realmente me gusta el color de este tapiz, o es porque lo eligió él? ¿Me gusta salir a correr por las mañanas, o prefiero quedarme durmiendo? Incluso con cosas enanas. ¿Me gusta esta música, o solo es porque él la ponía cuando manejaba?
Además, el autoconocimiento te permitirá ver tu relación pasada como una lección en vez de una tortura. ¿Qué cosas podría mejorar? ¿Cuántas cosas sacrifiqué por este vínculo que me pudieron haber afectado? ¿Qué quiero que tenga la próxima persona que venga?
Sea lo que sea, dedica este tiempo para ti. Así, puedes volver a priorizar la persona que realmente importa en tu vida: tú misma.
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3. Mejora tu salud física
Aunque terminar una relación tenga un gran costo emocional, una cosa importante que puedes empezar a hacer para sentirte mejor es comenzar a cuidarte físicamente. Haz ejercicio (aunque sea cardio con otro, ¿o no?), inscríbete a una clase, sal a caminar… Incluso podrías comenzar a tener hábitos alimenticios más saludables.
Hagas lo que hagas, recuerda que el cuerpo conecta con nuestra mente y nuestros sentimientos. Por lo que si podemos sentirnos bien por fuera, de a poco también nos sentiremos bien por dentro.
Ya lo sabes: terminar una relación no es fácil, pero definitivamente no es imposible. Porque como me dijo mi psicóloga una vez, cada minuto que pierdas pensando en esa persona, te estás perdiendo de la oportunidad de vivir en el hoy. Avanza, llora, y tira para adelante. Que todo se puede, y la mejor venganza es crear una vida completamente nueva y que ese alguien no conocerá.
Y si eso no sirve, busca a su amigo. Ese sí o sí te dará consuelo.
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