Mayo es nuestro mes aniversario, y no hay nada que queramos hacer más que premiarte. Por esto abrimos nuestro Buzón FMDOS, donde te invitamos a contarnos esas experiencias más alocadas, sufridas o apasionadas que sufriste por amor.
¿Te animas a participar? La idea es que nos cuentes tu historia en un máximo de 1.000 palabras donde nos relates cómo conociste a tu pareja, los momentos más mágicos que han vivido o incluso cómo pudieron superar esos desafíos que se veían imposibles.
Entre todos los participantes sortearemos una experiencia mágica en el Hotel Sheraton.
El hilo rojo es real y no se puede cortar
Relato de Carlos González.
Nuestra historia con Natalia comenzó hace casi 15 años atrás. Nos conocimos en una fiesta y justo se había cortado la luz. Yo tratando de hacerme el galán, alumbré con mi celular y fue ahí cuando nos vimos por primera vez y algo pasó. Ese fue el inicio de ésta historia de amor. Nuestro comienzo fue lento, yo venía de una relación donde no terminó muy bien, así que Natalia con todo el amor y la paciencia del mundo, estuvo ahí para demostrarme que lo nuestro podía ser distinto, y así fue.
Comenzamos a pololear y todo fluía muy bien, poco a poco nos íbamos complementando y amando. Pasaron 6 años de pololeo y en un Año Nuevo, a la luz de los fuegos artificiales le pedí matrimonio y ella dijo ¡Sí, acepto! Fue uno de los días más felices de nuestras vidas y también los de mayores desafíos. Comenzamos a pensar en la fiesta, los invitados, el lugar, ¡¡todo!!. Sin embargo, comenzamos a caer en la rutina que muchas parejas pasan y nos dejamos vencer por ello y terminamos. Pensamos que seríamos más felices estando solos y lo aceptamos…
Ella hizo su vida, con el tiempo conoció a un hombre, comenzaron una relación y formaron una familia. Yo por mi parte también conocí a alguien y tuve una relación. Pero había algo que me mantenía conectado con Natalia y no sabía que era, todo me recordaba a ella. Cada cierto tiempo podía ver sus redes sociales (porque las tenía públicas) y veía que aún mantenía nuestras fotos publicadas, o la volvía a agregar a WhatsApp porque me sabía su número de memoria, solo para ver sus historias. Todo eso me daba mucha melancolía y a la vez pena porque no había forma de quitarla de mi cabeza y sentía que en alguna parte de mi corazón, ella seguía estando.
Al cabo de 2 años terminé con mi nueva pareja y a los meses quise conocer gente y nada resultaba. Un día volví a ver las redes sociales de Natalia y había publicado una foto donde se veía preciosa con un hashtag que decía #mamaluchona. De inmediato mi corazón se aceleró, ¿Será que está soltera?, ¿Será que le hablo?, ¿Pero qué le digo?… Agarré coraje y le hablé. No recuerdo mucho de esa conversación, porque por mi cabeza solo pasaban recuerdos nuestros riendo, saliendo, siendo felices. Un día fui más allá y la invité a salir y dijo que ¡sí! No sabía donde ir ni qué decir, habían pasado 5 largos años desde que nos separamos y hoy nuevamente estaba frente a ella y frente a su hijo.
Imaginariamente podía ver ese famoso hilo rojo. Poco a poco volvimos a salir a frecuentar lugares de antes y también lugares nuevos. De a poco nuestras amistades comenzaron a enterarse. Absolutamente todos estaban felices de que estuviéramos saliendo nuevamente. Un día decidimos ir de vacaciones con su hijo y les juro, esa era la imagen que siempre quise hacer realidad entre nosotros. Estando de vacaciones, fue ella quien me pidió pololeo y ya llevamos casi 2 meses de pololeo formal en este nuevo reencuentro. Creo que todo pasa por algo, que por más que tratemos de evitar los sentimientos, el corazón no miente. Finalmente uno siempre vuelve donde fue feliz y hoy somos más felices que nunca.
Participa en el Buzón FMDOS
¿Quieres participar con tu historia de amor? No lo dudes, envía tu relato aquí y participa por: Estadía de una noche en Hotel Sheraton Santiago, botella de Espumante y Petit Four (chocolates), cena para 2 en nuestro Restaurante, desayuno en el Restaurant de la propiedad para 2 personas, estacionamiento.