El amor propio es un estado de apreciación que nace a través de un trabajo físico, psicológico y mental. Es la capacidad que tenemos para amarnos, comprendiendo cuáles son nuestras fortalezas pero también nuestras debilidades.
Y aunque suene sencillo de escuchar, esto engloba una serie de prácticas diarias que permiten nutrir nuestro cuerpo y mente para lograr el bienestar.
Este concepto puede cambiar de persona a persona, pero suele tener el mismo propósito. No sacrificar la felicidad y el bienestar personal para complacer a los demás, sino que amarte, priorizarte e incluso regalarte un descanso cuando sea necesario.
Los hábitos que potenciarán tu amor propio
1. Termina las comparaciones
Las redes sociales nos han llevado a una constante comparación. «¿Por qué no soy así de delgada? ¿Por qué no tengo esa vida perfecta? ¿Por qué no recibo tantos likes?».
Vivir bajo esa presión te afectará de forma física y mental, porque no te permite apreciar lo única y especial que eres.
Un informe de Journal of Social and Clinical Psychology aseguró que las personas que suelen comparar su vida en Facebook, suelen tener mayores síntomas de depresión y ansiedad.
2. Tómate tu tiempo para el cuidado personal
El popular concepto «self-care» llama a disfrutar de actividades personales placenteras y de cuidado físico o mental.
La idea es tomarse al menos 15 minutos al día para disfrutar de un té, leer un libro, cocinar o tomar un baño. Elige una actividad que sea nutritiva para tu alma, más allá de una maratón de películas o series.
3. Analiza tus pensamientos negativos
¿Cuántas veces tu mente se ha llenado de las peores posibilidades y escenarios? Tal como explican los expertos, muchas veces nos hablamos como si fuéramos nuestro peor enemigo, entrando a un ciclo tóxico.
Un comentario negativo sobre tu cuerpo te llevará poco a poco a un constante diálogo de este tipo. ¿Qué hacer? Cuando venga a tu mente este tipo de mensajes, analiza de dónde vienen, piensa cómo puedes transformarlo y luego reemplaza este pensamiento a otro.
No olvides hablarte cada día desde el amor y compasión.
4. Eres más valiosa que tu cuerpo
Por mucho tiempo el cómo nos vemos ha sido un aspecto doloroso para muchas mujeres, sobre todo con los diferentes estándares de belleza incansables a las que constantemente estamos expuesta.
En ese sentido, es clave entender que nuestro valor radica más allá en cómo luce nuestro cuerpo. Tú eres tú por tus pensamientos, habilidades y emociones, no por los kilos que cargas.
5. Deja ir a las personas tóxicas
Esto incluye a amigos, familiares o todas aquellas personas en las que gastas tu tiempo y realmente no aportan a tu vida.
Es doloroso, pero sobre todo liberador. Enfócate en proteger tu energía y bienestar, sin importar lo difícil que puede ser.
6. Mantente activa
En ocasiones las personas suelen ver el ejercicio como un castigo, ya sea para bajar esos kilos demás, para gastar las calorías extras que me comí o para lucir bien para el verano.
Cuando cambiamos nuestro chip y vemos que la actividad física nos permite mantener una buena salud, sobre todo mental, lograremos una relación positiva y duradera en el tiempo.
Quizás solo necesitas encontrar esa actividad que te mueva, como bailar, nadar, correr, entre otros.
7. Permítete sentir
Suena sencillo, pero en ocasiones no lo logramos. Date permiso para sentir felicidad o tristeza, para disfrutar de una alegría o incluso el dolor. Ignorar tus sentimientos solo te llevará a un ciclo donde en algún momento vas a explotar.
La idea es ser consciente y practicar la atención plena, es decir, dejar que todo te sorprenda.