Según una reciente investigación, el 30% de las mujeres padece este inconveniente en casi todas sus relaciones, pero los tabús en torno a la sexualidad habían hecho difícil conocer su origen.
Eso, hasta ahora, que un grupo de científicos le ha puesto nombre y apellidos a las 11 causas más comunes.
Para obtener estas respuestas, el equipo liderado por el científico sexual Rowland encuestó a 913 mujeres mayores de 18 años, de quienes midieron su información demográfica, su estilo de vida, el estado de sus relaciones, la frecuencia y calidad de sus relaciones sexuales, sus respuestas sexuales, el uso o no de medicamentos y la presencia o no de factores fisiológicos como la excitación o la lubricación.
Así, los investigadores crearon tres grupos diferentes de mujeres: las que no tenían dificultades para el orgasmo, las que lo tenían pero no estaban angustiadas por ello, y las que lo tenían y estaban angustiadas por ello.
Y las razones dadas por estos dos últimos grupos para sus dificultades orgásmicas fueron, por orden de frecuencia, las siguientes:
1. Siento que mi estrés y/o ansiedad dificultan el orgasmo.
2. No estoy suficientemente excitada/estimulada durante el sexo.
3. El sexo no dura lo suficiente.
4. Me siento incómoda o cohibida por mi cuerpo.
5. Experimento dolor y/o irritación durante el sexo.
6. No estoy adecuadamente lubricada durante el sexo.
7. Siento que los medicamentos o una condición médica interfieren con el orgasmo.
8. No estoy interesada en el sexo con mi pareja.
9. Mi pareja no parece interesada en el sexo conmigo.
10. No disfruto el sexo con mi pareja.
11. Mi pareja no parece disfrutar del sexo conmigo.
La buena noticia es que muchos de estos factores son fáciles de remediar, por lo que la buena comunicación en la pareja se torna fundamental para lograr el objetivo.