Este viernes 17 de junio se dio a conocer la sentencia contra los imputados por el homicidio de Tamara Moya.
Y ese contexto, ambos acusados -que ya habían sido declarados culpables-, fueron sentenciados a la pena máxima en Chile.
Es decir, Alan Gallardo quedó con presidio perpetuo; mientras que a P.A.V.J., se le sentenció a cumplir 10 años de internación en régimen cerrado.
«No cambia nada el vacío»
Si bien se hizo justicia con esta condena, lo cierto es que la madre de Tamara Moya no logra encontrar el consuelo.
Así lo reveló Camila Almonacid a través de un mensaje en su cuenta de Instagram.
«Día 475… Lamento con el alma decir que, aunque quisiera con todo mi corazón sentirme diferente, estoy destruida, no puedo descansar, no siento el más mínimo consuelo. Doy vueltas a la misma interrogante, ¿Y ahora qué? Quisiera llorar, llorar y seguir llorando hasta despertar con mi Hija en mi regazo», comenzó relatando.
«Bajo la influencia de los ansiolíticos, me permito este momento para abrazar virtualmente a cada padre que está viviendo el dolor de no tener a su hijo. Quisiera decirles que van a sentirse más estables luego de que escuchen la sentencia del juicio de quienes rompieron su felicidad. Pero no es así, no cambia absolutamente nada el vacío, el dolor, la pena, la angustia».
«Tal vez ni siquiera es necesario que se los diga, sé que en su corazón cada padre, cada madre, que ya ha terminado un ciclo con la justicia, entiende perfectamente lo que intento describir«, agregó la madre de Tamara.
«Cumplimos la promesa»
«Quienes nos arrebataron a nuestra niña, fueron condenados a penas máximas según permite la ley en Chile. Presidio perpetuo calificado por el homicidio de Tami más 5 años y 1 día por tráfico de drogas para Alan Gallardo Vilches, que tenía 18 años en el 2021. Y solo 10 años para Pablo Valdés Jara, que tenía 17 años y hoy es mayor de edad. Solo meses de diferencia en sus edades, enorme diferencia en las condenas«, prosiguió Camila.
«(…) Me siento miserable al creer que mi dolor cedería tan solo un poco, me siento en el mismo barco sin timón, sin rumbo, sin final que me tiene a la deriva desde el día 1. Solo me queda agradecer dentro de mi insuperable dolor, a todos ustedes que nos acompañaron por redes sociales, a mi familia, al colectivo de padres víctimas de actos violentos».
«A mi mejor amiga Elizabeth Villablanca y sobre todo a mi Amor Raúl, con quién cumplimos la promesa más grande de nuestra existencia. Amada Moyita, Dónde quiera que estés, Papi y Mami te Amarán siempre 🦄❤️😞», cerró la madre de Tamara en su red social.
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