Este sábado Thalía dio a conocer que también fue una de las miles de víctimas de las inundaciones en Estados Unidos. Y es que el agua producida por el huracán’Ida’ irrumpió en su casa y provocó severas pérdidas.
A pesar de lamentar dichas pérdidas, la interprete dijo estar agradecida de encontrarse ella y su familia sanos y salvos.
Todo esto a una semana de haber celebrado su cumpleaños número 50.
Thalía muestra pérdidas millonarias
La cantante mexicana subió a su cuenta de Instagram un video en el que muestra cómo se dañó su ropa, sus cosméticos, zapatos y bolsas de miles de dólares.
Ya que en el registro Thalia muestra como el agua pasó hacia dentro de la propiedad de Thalia, inundando todo a su paso. Pero lo que más llamó la atención fue el mensaje que envió.
«En situaciones como ésta nos queda claro que la riqueza que importa no es la de este mundo. La única riqueza que tenemos que procurar es la espiritual y la que construimos día a día con nuestras acciones, con nuestro amor y nuestra fe», escribió la actriz y cantante.
«Las cosas materiales van y vienen y como bien dice la palabra de Dios: es ‘vanidad de vanidades’. Mi corazón y mi sentir lamenta la terrible situación que miles de familias están viviendo por estas tremendas inundaciones, y más aún a los que perdieron a un ser amado», añadió Thalía notablemente conmovida.
«Nos tenemos que levantar y seguir, apoyados de la mano unos con otros. Sé que muchos de nuestros hermanos latinos se encuentran batallando con esto en estos instantes. De lo que pueda servir mi ayuda por favor déjeme saber».
El video ya cuenta con casi 2 millones de reproducciones, donde los fans de la mexicana aplauden sus palabras.
Los estragos
Al menos 47 personas murieron en Nueva York y alrededores afectadas por lluvias torrenciales e históricas inundaciones repentinas durante la noche del miércoles al jueves, informaron autoridades al reportar un balance que cambia constantemente.
Las precipitaciones récord, que provocaron una advertencia de emergencia por inundaciones repentinas sin precedentes para la ciudad de Nueva York, convirtieron las calles en ríos y provocaron el cierre del metro, donde en muchas estaciones el agua caía en cascada sobre las vías.