Esta especie de síndrome impulsa a quienes la padecen a acumular cada vez más libros.
Quienes disfrutan de husmear en librerías y bibliotecas acaban comprando nuevos libros, que casi inevitablemente terminan acumulándolos sin llegar a leerlos.
¿Las razones?
No los leen todos porque el libro no era tan bueno como imaginaban, porque el tema dejó de interesarles, porque el autor les aburrió en las primeras páginas o porque un nuevo tomo se llevó toda la atención.
Los aficionados a la lectura suelen tener libros sin acabar de leer, o incluso algunos sin empezar a leer.
El «Tsundoku» se puede traducir como «bibliomanía», y se describe como el síndrome por el cual se adquiere material de lectura que luego queda apilado en la casa sin leer.
La palabra viene de «tsunde-oku», que quiere decir: apilar cosas para luego y marcharse, y «dokusho», que significa leer libros.
Fuente: ABC.es