Durante el año 2022, Isla de Pascua se vio envuelta en un siniestro incendio en el que parte de su estructura patrimonial como los moáis se vieron gravemente afectados. Pero ese no sería el único impacto al que se sometería Rapa Nui.
Y es que según un estudio, a cargo de Ignacio Toro, ingeniero e hidrólogo de la Universidad de Chile, Cristián Chadwick, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Hernán Morales, ingeniero civil hidráulico de la Universidad de Chile y Camila Loyola, ingeniera civil hidráulica de la Universidad de Concepción, analizó en detalle los posibles escenario meteorológicos que podrían afectar a la isla, detallando un aumento en la magnitud de los eventos de precipitación extrema en la zona.
El estudio se presentará en el Congreso Chile de Ingeniería Hidráulica
El proyecto llamado «Proyección de precipitaciones máximas y precipitación máxima probable en Rapa-Nui», será presentado en el Congreso Chile de Ingeniería Hidráulica en Valdivia el próximo 18 y 20 de octubre.
En él se establece que Isla de Pascua es la isla habitada más aislada del planeta y «al poseer un área reducida sin cursos de agua superficial permanente, la preocupación por el abastecimiento de agua fresca ha sido una inquietud permanente desde que fue descubierta, dejando en segundo plano la preocupación por el desarrollo de medidas adaptativas relacionadas con eventos extremos de precipitación», se lee en un reportaje de Qué Pasa.
Y es que según Toro, uno de los autores no todo es calor o sequías, sino que hay que observar las eventuales precipitaciones extremas.
«Los resultados se presentan para dos horizontes temporales: uno mediano, para el período comprendido entre los años 2031 y 2060 y otro de largo plazo (2071-2100), caracterizando las proyecciones de cambio climático», se detalla en el reportaje.
«En el caso de Rapa Nui, por tratarse de una isla con un área reducida y sin cursos de agua superficial permanente, la preocupación por el abastecimiento de agua fresca para el consumo humano, ganadería y agricultura ha sido una inquietud permanente desde que fue descubierta por sus primeros habitantes. Esto ha dejado en segundo plano el desarrollo de medidas adaptativas relacionadas con eventos extremos de precipitación», indica Toro.
El evento meteorológico en Isla de Pascua
Y es que explica que podrían haber precipitaciones máximas en 24 y 72 horas.
«En promedio, las precipitaciones máximas en 72 horas (125 mm) son 1,3 veces la máxima en 24 horas (93 mm). No se identifica un efecto importante de la megasequía sobre la magnitud de los eventos de precipitación máxima en 24 y 72 horas. Se considera que las series de precipitaciones máximas son estacionarias, razón por la cual el período 1970-2022 es representativo del clima histórico de la isla de Rapa Nui».
¿Y qué ocurre con el patrimonio?
«Actualmente la isla de Rapa Nui atraviesa una de las peores sequías desde que se tiene registros, lo cual nos hace olvidar que otro problema potencial son las precipitaciones extremas. Las precipitaciones totales anuales muestran el mismo comportamiento que el observado en Chile Central (megasequía). Isla de Pascua depende completamente del agua subterránea para su abastecimiento, siendo vulnerable a la posible sobreexplotación de este en un contexto de megasequía», indica el estudio.
Toro señala que se debe poner atención a las zonas de importancia de patrimonio así como también a los asentamientos humanos.