En el año 2012, en medio de teorías que apuntaban al fin del mundo, ocurrió un caso de homicidio que conmocionó a Chile. Este estuvo protagonizado por Ramón Castillo, quien se autodenominaba «Antares de la luz».
Algunas de sus prácticas incluían mantener relaciones sexuales con las mujeres de la secta.Y en caso de que alguna de ellas quedara embarazada, el hijo debía ser sacrificado por ser el Anticristo que traería el fin del mundo.
Así ocurrió con Natalia Guerra Jequier, quien quedó embarazada y a pesar de las advertencias de Ramón Castillo, dio a la luz. Finalmente, el cuerpo del lactante fue sacrificado en una localidad de Colliguay con un ritual que fue celebrado por los otros miembros del clan.
¿Qué fue de Natalia Guerra Jequier?
En abril de 2017, el Juzgado de Garantía de Quilpué dictó una orden de detención contra Natalia Guerra y Pablo Undurraga luego de que la Corte de Apelaciones de Valparaíso rechazara las peticiones de inimputabilidad. Sin embargo, ella no llegó al recinto penitenciario donde fue citada.
En julio de 2019, Natalia Guerra Jequier fue capturada en una parcela ubicada en Isla de Maipo después de permanecer prófuga de la justicia durante más de dos años. La mujer tenía una orden de detención pendiente debido al delito de parricidio.
La policía tuvo dificultades para dar con su paradero, ya que modificaba constantemente de domicilio y su pareja se encargaba de hacer las compras. Cuando la PDI la detectó, Natalia Guerra intentó fugarse de la propiedad, aunque sin éxito.
En ese momento también se evidenció que había cambiado su apariencia para no ser reconocida.
La madre del lactante asesinado fue sentenciada a 5 años de presidio por el delito de parricidio. Pero en 2021 la Corte de Apelaciones de San Miguel le otorgó la libertad inmediata. Esto fue lo último que se supo de la mujer.
Sin embargo, poco antes de quedar en libertad, Gendarmería de la Cárcel de Mujeres de San Joaquín en Santiago difundió información sobre el especial vinculo afectivo que forjó Natalia Guerra con Johanna Hernández, la mujer condenada por el crimen del profesor Nibaldo Villegas.
“Fue mi compañera. Fue mi amiga. Compartíamos, almorzábamos, comíamos juntas. Era una buena persona, pero no voy a hablar de Natalia”, señaló Johana en una entrevista con TVN al ser consultada por Guerra.