El documental de Netflix «Antares de la luz: La secta del fin del mundo» ha generado opiniones divididas, ya que en redes sociales se acusa a la producción de Fábula de ser una especie de lavado de imagen para los miembros de la secta que cometieron el primer sacrificio humano en Chile.
Santiago Correa, director del documental, señala en entrevista con La Tercera que el propósito principal del largometraje no es centrarse en el asesinato del lactante, sino en reflejar las consecuencias del control mental destructivo ejercido por Antares sobre diversas personas.
En la trama, uno de los testimonios más significativos proviene de Pablo Undurraga, uno de los primeros miembros de la secta, quien también arrastró a Natalia Guerra y Davis Pastén a la misma.
Aunque el director tuvo la oportunidad de hablar con varios miembros de la secta, solo algunos accedieron a ser entrevistados. Ante esta situación, recurrió a la carpeta investigativa para compartir los testimonios que ofrecieron durante el juicio. Esto incluyó a Natalia Guerra, madre de Jesús, el recién nacido sacrificado, así como a Carolina Vargas y David Pastén.
Lee también: Qué fue de Natalia Guerra tras ser condenada por sacrificar a su hijo en la secta chilena «Antares de la luz»
¿Qué fue de Carolina Vargas, expareja de Pablo Undurragada?
En un principio, Pablo Undurraga mantuvo una relación con Natalia Guerra, a quien convenció para unirse a la secta de Antares de la Luz.
«Yo estaba pololeando con Pablo Undurraga, durante un año, y la relación era súper tortuosa, me cargaba que él fumara marihuana. Después terminamos y estuvimos tres meses separados. Me empecé a juntar de nuevo con Pablo y me contó que había asistido como a un seminario de auto sanación, que lo había ayudado un montón y ya no sentía angustia», declaró Guerra en el juicio.
Sin embargo, Antares comenzó a ejercer poder sobre las relaciones que existían entre algunos de los miembros de la secta.
«Durante este tiempo yo terminé mi relación amorosa con Pablo porque Antares le dijo a Pablo que tenía que hacerle terapia a Carolina y él se empezó a enamorar de Carolina. Antares le dio la orden de estar con ella porque ella era su alma gemela» explicó Natalia.
Finalmente, Vargas casó con Pablo Undurraga y fue condenada por encubrimiento de parricidio. Debió enfrentar una condena de tres años de cárcel por presidio mayor en su grado mínimo. Sin embargo, cumplió esta condena en libertad vigilada intensiva.
Se presume que Carolina Vargas sigue en una relación con Pablo Undurraga, ya que en el documental él se refiere a ella como «mi mujer».