No cabe duda alguna de que una de las muertes que más afectó al mundo hollywoodense fue la partida de Matthew Perry, el querido actor de comedia conocido por interpretar a Chandler Bing en la serie internacional más popular en el mundo, «Friends».
El intérprete falleció el pasado 28 de octubre, luego de haberse ahogado accidentalmente en el jacuzzi de su casa tras un súbito paro cardiaco. Un trágico episodio en el que fue encontrado por su mucama, quien no tardó en llamar a la Policía de Los Ángeles para recibir asistencia.
A pocos días de su deceso, se confirmó que el actor había muerto a causa de «altos niveles de ketamina» en su organismo. Un analgésico utilizado a modo de sedante para una serie de casos particulares en donde se receta el medicamento.
Así mismo, el doctor médico forense, Raffi Djabourian, señaló que otros factores que contribuyeron al fallecimiento del actor fueron su enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina. Un remedio utilizado para tratar el trastorno por consumo de opioides.
Sin embargo, Matthew habría recibido su última dosis de ketamina una semana antes de su muerte, por lo que quedan algunas preguntas inconclusas.
Porqué se está investigando la muerte de Matthew Perry
Si bien se reveló que el actor poseía un alto nivel de concentración de ketamina en su cuerpo al momento de fallecer, aún quedan dudas respecto a cómo Matthew Perry habría obtenido ese analgésico.
Especialmente luego de que se confirmara que, pese a que el actor estaba recibiendo el sedante a modo de tratar su depresión y ansiedad, el último tratamiento con esta droga que le habían recetado fue una semana y media antes de su fallecimiento.
Es por eso que el Departamento de la Policía de los Ángeles, en conjunto con la Agencia Antidrogas y el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos, abrieron una nueva investigación a modo de descubrir cómo el intérprete habría conseguido el analgésico.
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Cabe recordar que el querido actor de Chandler Bing habría sufrido de una serie de adicciones a las drogas y al alcohol. Una situación que no solo lo perjudicó durante su rodaje en Friends, sino que, además, lo llevó a internarse en clínicas de rehabilitación un montón de veces a lo largo de su vida.
Matthew Perry incluso retrató su experiencia en un libro escrito por él: «Friends, Lovers, and The Big Terrible Things» (2002). Una pieza que se convirtió en uno de los bestsellers del mundo a tan solo un par de horas tras su muerte.
El artista fue tan querido por el público, que la gente de Nueva York se aseguró de recordarle que jamás lo olvidarán, invadiendo la casa original en la calle Crosby que fue grabada como su supuesto hogar en Friends, llenándola de flores y mensajes para Perry.
