La nadadora chilena Bárbara Hernández logró cumplir otra travesía en su carrera deportiva.
¿Qué fue lo que obtuvo en esta oportunidad? La deportista logró pasar a nado el canal de Molokai una de las islas que componen el estado de Hawaii en Estados Unidos.
Como te imaginarás, claramente esta no fue una travesía fácil, todo lo contrario.
Según comentó la misma Bárbara Hernández, esta prueba duró más de 15 horas y hubo algunos momentos donde hasta estuvo nadando con los delfines, ¡Literalmente hablando!
«Toqué mil peces y cosas raras, perseguí mi comidita cada 30 minutos y dos delfines vinieron a decir: ‘aguanta'», comentó la deportista.
Sin embargo, también hubo un momento en el que no todo fue de color de rosas para la nadadora.
La deportista fue picada por una fragata portuguesa
Hubo una parte de la travesía de Bárbara Hernández que fue bastante dolorosa. Y no nos referimos específicamente al desgaste físico, el cual también puede llegar a ser doloroso.
La deportista chilena fue picada por una fragata portuguesa. Pero tanto fue su garra y las ganas que tenía de poder lograr esta meta, que hasta con esta picadura logró seguir adelante.
Eso sí, Bárbara Hernández no se dio cuenta inmediatamente que había sido picada por una medusa o también conocida como fragata portuguesa.
Era tanta su felicidad y júbilo de haber podido cumplir esta meta que la nadadora no reparó mucho en el dolor intenso que tenía en sus extremidades.
No obstante, tras un par de horas, tuvo que recibir atención médica por parte de una doctora que estaba en Chile y una fisioterapeuta que la acompañaba en Hawaii.
«Cuando iba nadando toqué otras medusas, pero no experimenté tanto dolor. Se me durmió la pierna y me dio un calambre. Fue como si me quemaran y no podía patear», partió diciendo la deportista a LUN.
«Me demoré tres horas y medias en cubrir los últimos seis kilómetros. Hice toda la última parte a pura cabeza. Cuando salí del agua tenía la piel como quemada y se veía súper feo», agregó Bárbara Hernández.
Finalmente, la deportista comentó qué hizo cuando se dio cuenta que era una picadura de una fragata portuguesa.
«Mandé las imágenes al médico en Chile. Tuve que sumergir la zona en agua muy caliente, pero sentí un dolor muy fuerte. Así eliminé las toxinas. El problema es que te puede dar un shock anafiláctico y un paro cardíaco. En la noche me dolía mucho, porque está inflamado y me arde, pero ahora estoy mucho mejor», informó la deportista.