El pasado 26 de julio, fue encontrado el cuerpo del alpinista chileno, Juan Pablo Mohr, quien desapareció el 5 de febrero de este año, mientras realizaba una expedición en la montaña K2 de Pakistán, en compañía del islandés, John Snorri; y del pakistaní, Ali Sadpara.
K2: Un desafío para los montañistas
El K2 es un macizo perteneciente al sistema de Los Himalayas, ubicado en el continente asiático. Se caracteriza por tener una reputación negativa, dado su peligro y las implacables condiciones climáticas que allí predominan. Es considerada la montaña más difícil del mundo y catalogada por muchos como «salvaje» o «maldita» y se trata de la segunda más alta del mundo, después del monte Everest, alcanzando los 8.611 metros de altura.
Su nivel de peligrosidad es tan alto, que supone un desafío para los montañistas empedernidos que buscan vivir una experiencia al límite, en donde los niveles de exigencia se elevan hasta lo más alto de dicho deporte. En invierno, los vientos pueden alcanzar los 200 kilómetros por hora y las temperaturas bajan hasta los 60 grados bajo cero, por lo que es tremendamente dificultoso para quienes deciden aventurarse y explorarla.
¿Por qué dejar a Juan Pablo en la montaña?
Las complicaciones técnicas, por la elevada altura y el crudo clima del lugar, impidieron el cometido de la familia Mohr de traer el cuerpo de regreso a Chile. Por esa razón es que, forzosamente, debieron optar por dejar descansar el cuerpo en el mismo K2.
Al respecto, Carmen Prieto, mamá de Juan Pablo, conversó con Las Últimas Noticias (LUN) y manifestó su resignación en cuanto a dejar a su hijo en la montaña, asegurando que “aquí está sólo el cuerpo, me llevo el alma”.
En tanto, el primo del deportista, Federico Scheuch, contó que “estamos muy tranquilos de haber encontrado el cuerpo, se nos resuelven muchas dudas que teníamos. (…) La familia está más tranquila, pero no deja de ser doloroso”. Además, Scheuch manifestó que Juan Pablo “está en el mejor lugar en que pudo haber quedado, en el K2 invernal”.
«Climbing for a Reason» el legado del chileno en Pakistán
«Climbing for a Reason» es la fundación que Juan Pablo Mohr creó en un pueblito de Pakistán, para promover la escalada dentro de la comunidad, sobre todo con niños relegados socialmente. En ese sentido, la madre del joven, aseguró que “ha sido una experiencia increíble para mí, siento muchas emociones, tristes y alegres, por este legado que ha dejado aquí mi Juampa”. Hoy, la organización continúa funcionando en honor a su fundador.