Hasta este miércoles se extiende la búsqueda de los tres hombres perdidos en las costas de Cobquecura, región del Ñuble.
Además, desde el Gobierno aseguraron que mantendrán los recursos necesarios para continuar con el rastreo hasta el viernes 24 de septiembre.
La decisión fue tomada el pasado lunes, cuando se cumplieron 9 días desde que comenzó la búsqueda de los tres turistas en Cobquecura, especificamente en la Iglesia de Pieda.
En conversación con TVN, el fiscal a cargo de las pesquisas, Eduardo Planck señaló que «hoy era el día en que las mareas estaban más bajas. Y permitían hacer un trabajo de búsqueda más exhaustivo, sin que se hubiese logrado tener resultados positivos».
Tras no encontrar ningún rastro de los jóvenes desaparecidos, junto a la Armada decidieron «extender dos días más esta búsqueda» en Cobquecura.
Además especificó que la decisión se tomó ya que en las siguientes 48 horas «se van a mantener las buenas condiciones climáticas. Que van a permitir efectuar y terminar el rastreo que ya se ha iniciado y lleva bastantes días».
Por su parte, Cristóbal Jardúa, delegado presidencial del Ñuble detalló que «la Fiscalía establece que hasta el miércoles dura la rebusca. (…) No tenemos ningún inconveniente en dar cumplimiento a la programación realizada para esta semana que es permanecer hasta el día viernes. Siendo muy claro con la familia que es algo que escapa de lo que es la búsqueda oficial que está decretada hasta el día miércoles».
El relato del sobreviviente de Cobquecura
En conversación con «Mucho Gusto», Miguel Santander relató la terrible experiencia que vivió en la playa junto a sus amigos.
El joven era uno de los siete hombres que ingresó a la caverna, junto a los desaparecidos Ismael Botti, Jorge Leiva y Diego Águila.
En este sentido, Santander contó que cuando decidieron ir a la conocida Iglesia de Piedra «lloviendo no estaba, salimos sin lluvia, estaba helado, había viento. Cuando llegamos al lugar, dejamos los autos y no estaba lloviendo».
Luego señaló que «en realidad la idea de nosotros nunca fue ir a mojarse o pasar un mal rato, era ‘veamos esto, saquemos unas fotos y sigamos nuestro rumbo hasta el pueblo de Cobquecura’, que era el objetivo».
Además, dio detalles del momento en que comenzó entrar agua a la cueva. «Yo estaba cerca de la entrada principal, yo ya había soltado la cámara y me podía mover un poco, el agua no me tapaba tanto, me llegaba a la cintura, pero me movía del lugar. Cuando estaba en esa zona, miré hacia el frente y había una zona que había un poco más de arena. Yo dije ‘ya, me voy para allá para que no me tape el agua», contó.
Luego de esto el sobreviviente en Cobquecura comenzó a quitarse la ropa para poder moverse mejor e intentó llamar a emergencias. «El celular no se me apagó, se mojaba, pero seguía prendido, y yo seguía llamando a emergencias. Yo sabía que si se me soltaban las manos, me iba a la salida norte y me moría, entonces yo no sé de dónde saqué tanta fuerza… Lo único que me afirmaron eran las manos. Estuve como 50 minutos en eso», confesó.
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