En días pasados, se viralizó el caso de varias mujeres en Noruega que reportaron el aumento de sus senos tras recibir la vacuna contra el COVID-19, desarrollada por el laboratorio Pfizer. Ante esta situación, especialistas dieron detalles del efecto secundario del fármaco.
Médicos explicaron recientemente que se trata de una inflamación normal de ganglios linfáticos. Esta se manifiesta como una hinchazón en los senos, producto de la vacuna contra el COVID-19. Esta inflamación suele desaparecer semanas después.
¿Qué dicen los expertos sobre el aumento de los seños por la vacuna del COVID-19?
Claudia Mar es radióloga experta en mama y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México. En diálogo con el medio regional Perfil dijo: «Cuando una persona se vacuna contra cualquier cosa, como influenza, BCG, virus del papiloma humano, por mencionar algunos ejemplos de vacunas en la edad adulta, puede tener una inflamación en sus ganglios linfáticos«.
Por otro lado, Jaime Briseño, jefe del Departamento de Clínicas de la Universidad de Guadalajara, también aclaró: «La inflamación está asociada a que el sistema inmune que está trabajando, formando anticuerpos, replicando células, para que tengan receptores para esa proteína de espiga del virus».
¿Ocurre solo con Pfizer?
La Sociedad de Imágenes de Seno de Estados Unidos (SBI por sus siglas en inglés) publicó un estudio que explica que el 11,6% de pacientes vacunadas con el fármaco de Moderna registraron inflamación de ganglios linfáticos. Esto ocurrió así luego de recibir el primer componente. La tasa tras la segunda aplicación fue de 16%.
En el caso de Pfizer, esto sucedió con un 0.3% de las paciente vacunadas. La cifra corresponde a pacientes inoculadas con vacunas contra el COVID-19 que registraron un aumento en el tamaño de sus senos y acudieron a consultas médicas. Por eso, estiman que la tasa sea mayor a la registrada.
¿Solo en los senos?
Expertos indican que además de los senos, pacientes inoculadas con vacunas contra el COVID-19 pueden registrar una inflamación en los ganglios linfáticos de la axila. Este síntoma se puede confundir con los del cáncer de mama. En todos los casos, es mejor acudir al médico y verificar si solo se trata de un efecto secundario del fármaco que combate al coronavirus.
Para tranquilidad de todas, también señalan que las vacunas contra el COVID-19 no tienen efectos a nivel de glándula mamaria. Tampoco tienen hormonas que «aumenten» el tamaño de los senos en forma real.