La médica y ex docente de la Universidad de Concepción, Liliana Ortiz Moreira, fue diagnosticada en 2019 con un agresivo cáncer de mama. Antes de fallecer, en su domicilio ubicado en San Pedro de la Paz, grabó un video relatando sus dolorosos días y compartiendo su decisión de optar por una sedación paliativa.
Su marido Hugo Gerardo Soto, es anestesiólogo y fue el encargado de suministrar el cuidado paliativo que dejó dormida a Liliana, sin tener conciencia de su sufrimiento corporal hasta llegada la muerte. En eso consiste la sedación paliativa.
«Viví dignamente y quiero morir dignamente»
Esta fue la consigna de la mujer de 47 años y experta en bioética, para tomar el camino de la sedación paliativa. Este proceso suele utilizarse para disminuir o aliviar el dolor intenso del paciente en sus últimos días de vida, pero tal como relata la médico en su video, no es un proceso que se use con regularidad en nuestro sistema de salud. “Mediante este mensaje quiero insistir más en la necesidad de repensar por nuestros legisladores cuáles son las decisiones que en salud se pueden tomar” expresó.
Morir dignamente es un proceso casi inalcanzable para los enfermos terminales, la pérdida de habilidades motrices, el estar postrado, perder el habla, el reflejo de tragar, entre otros deterioros, hacen que efectivamente la calidad de vida sea nula. Esto no solo afecta al paciente sino también a su círculo cercano como la familia. Las condiciones empeoran con el tiempo y la opción de una sedación antes de llegar al peor momento debería estar al alcance de todos quienes quieran tomar esa decisión.
Eutanasia y sedación paliativa
Liliana explicó con sus propias palabras que: «la eutanasia busca la muerte del paciente, aunque sea para aliviar el dolor, pero es una búsqueda intencional de la muerte del paciente. En el caso la sedación paliativa, es en realidad la sedación de un paciente que está sufriendo, que está con una enfermedad en una cama terminal, cuyo pronóstico no se va a modificar por uso o no de la sedación que se le ofrece al paciente y además busca devolver la dignidad”.
“Tengo claro cuál es la diferencia entre la eutanasia y la sedación paliativa, pero sé que existen muchos colegas que no tienen esa diferencia y les privan a sus pacientes el morir sin dolor”, agregó.
Muerte digna
“Este mensaje lo grabo hoy 17 de julio del 2021 a minutos de comenzar mi proceso de sedación paliativa, aún estoy bien pero hoy ya no comí, todos los procesos básicos de un ser humano los tengo que hacer con asistencia. En ese contexto no se puede tener calidad de vida”, expresó.
Hugo Gerardo Soto, en una entrevista a LUN, comentó cómo fue su último día contando que: “Fue bien emotivo. Después del video estuvimos con ella todos juntos, la familia más cercana. Le gusta cantar, así que hicimos karaoke un par de horas”.
Una despedida haciendo lo que más te gusta, en tu hogar, poder hablar con tus seres queridos y despedirte es efectivamente una muerte digna. Los diagnósticos terminales no tienen solución, pero cuando los días se acaban y hay opciones para que el momento del adiós sea más ameno, deben ser opciones a las que todos puedan acceder.
Finalmente Liliana agregó: “espero que puedan legislar teniendo todo los antecedentes a mano, tenemos muchos expertos en Chile”.