En Abrazados preparamos una nueva sección de audiocuentos para los más pequeños llamada Cuentos para ti. A la que damos inicio con El Silencio, la historia de Sofía Palma, quien sueña con convertirse en futbolista profesional.
Este nuevo formato tendrá 4 capítulos en total los que se irán subiendo en las próximas semanas para que lo disfruten niños y niñas en el momento que más prefieran.
Nuestra querida Lore Capetillo invitó a todos nuestros auditores a sintonizar la radio de los dos para que no se pierdan la nueva entrega de este audiocuento.
“Los quiero dejar invitadísimos para este sábado para que no se pierdan el segundo capítulo de Cuentos para ti, en esta historia llamada El silencio”.
Por otro lado, la narradora principal del formato, Alejandra Araya manifestó que “Cuentos para ti es un proyecto que nace con mucho cariño para nuestros niños, niñas y sus familias. Un espacio de cuentos teatralizados en los que cada día sábado vamos a conocer distintas historias, personajes, temáticas… Nos vamos a reír, vamos a aprender”.
Además, dejó una especial invitación para que todos quienes nos escuchan a diario en la 98.5 y en nuestra APP, se reconecten con la radio.
“Para que escuchen estos cuentos que hemos creado junto a mi amiga Lorena Capetillo. Este primer capítulo inauguró este proyecto de cuentos, escrito por mí y que nos invita a aprender la lengua de seña”, cerró Alejandra Araya.
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El silencio: capítulo 1
Mi nombre es Sofía Palma, tengo cinco años y cuando sea grande quiero ser futbolista. Quiero jugar en la selección nacional y que todo el mundo grite mi nombre cuando yo haga un gol.
Yo creo que voy a conocer a todo el mundo con el fútbol. Y va a haber muchos equipos en otros países y ganaré trofeos como Cristiano Ronaldo. ¡Voy a ser la primera chilena en tener el Balón de Oro de FIFA”
También voy a tener mi propia canción, que voy a inventar (risas). ¡Me encanta cantar! En la noche siempre me pongo a inventar mi canción, para que todos los vecinos la escuchen, pero mi mamá entra a la pieza…
— Sofi ya es hora de dormir amor, no de cantar — le dijo su madre.
— Es que quiero que los vecinos se la aprendan, mamá — respondió Sofía.
— Sí, pero ya es tarde mi amor — comentó la mujer antes de salir de la habitación.
Sofía empezó a bostezar, ya estaba cansada. Entonces me quedo sola en la pieza y pienso que si tuviera un hermanito… o una hermanita… Le cantaría mi canción en la noche. Así mamá no me diría nada, porque no escucharía, susurró antes de quedarse dormida.
¡Redoble de tambores, el premio para el Balón de Oro Femenino, es para Sofía Palmaaaa!
— ¿Algo que decir? — le preguntó el hombre.
¡Estoy muy contenta! Sí, sí, sí, respondió Sofía. Quiero que todos canten mi canción. Y la niña empezó a cantar muy emocionada.
“La chilena internacional, que sus goles hemos de cantar. Cada partido nos deslumbra en la cancha, ¡Su talento alumbra!”
De pronto amaneció. Abrí mis ojos y todos se movían en mi casa. Me quedé quietita escuchando para saber de qué se trataba, pero solo lo entendí cuando vi a mamá con un bebé en su pieza.
De un salto me acerqué y la miré con mis ojos bien abiertos. Ella sonrió, tomó al bebé y me lo puso en las piernas. Yo lo encontré tan bonito, tan olorocito, calentito.¡Era como un guaterito, tan rosadito y pequeñito, como la mitad de mi brazo!
— Él es Fermín, tu hermanito — se lo presentó su madre.
¡Qué! Había llegado a casa un jugador para el partido. Mi vida era perfecta.
Si mamá llegaba a casa con otro Fermín, quizás… ¡Podría tener mi equipo completo!
¿Querrá ser arquero como Claudio Bravo? ¿Tal vez delantero? No sé, no sé, supongo que eso se averiguará después con el tiempo, se cuestionó.
Pero yo me propuse enseñarle cada día algo nuevo con la pelota. Una Chilenita… Una Tijera, la Bicicleta, la Palomita… Ups y así.
El tiempo pasó, pero él no aprendió los trucos. Yo me estaba preguntando si a él no le gustaba el fútbol o si yo no era una buena profesora. Mi mamá me tomó de la mano y me sentó en el sillón.
— Mi amor, tu hermano se va a demorar un poco más que tú en aprender los trucos — le contó su madre.
— Si no le gusta el fútbol, yo no lo voy a obligar, mamá — aclaró Sofía.
— No es eso mi niña. Fermín no escucha — explicó la señora.
Entonces el silencio se instaló en mi casa…
Esta historia continuará.
El Silencio llega a ustedes gracias a nuestros auspiciadores: Tostaduria Talca, Club de Perros y Gatos, Grupo Planeta y Clínica Neo Neoesthetic.
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