La tan molesta hinchazón en los pies puede manifestarse por el uso de zapatos incómodos o muy altos, por caminar durante muchas horas o por pasar demasiado tiempo sentado/a, entre otros motivos.
Por lo tanto, si quieres que tus pies vuelvan a su estado natural, dejando atrás todo tipo de dolencias, puedes hacerlo aplicando un sencillo, económico y efectivo truco que combina agua y sal.
Ello, pues la sal no solo relaja, desestresa y desinflama los pies hinchados, sino que además mejora la circulación y actúa como un excelente exfoliante para ellos. Eso sí, el tratamiento funcionará aún mejor si utilizas sal gruesa de mar.